Asomado Al Infierno (#24)

1.4K 128 5
                                    


Había despertado cuando vi a la Sra. Gerson asomada por la ventana. Ella estaba mirando, mientras yo, acabada de levantarme. La observaba. Me pare y tuve cuidado de que no se diera cuenta de que la estaba observando, o que iba hacia ella. Caminaba en punta pie, para que no se percatara. En un tropiezo, la madera del suelo hizo un chirrido, y la Sra. Gerson doblo.

-Tara – llego hasta donde mi – no me había dado cuenta de que estabas despierta

-Quería sorprenderte – ella me abrazo, yo, recibí su abrazo con cariño. Pero confundida

-¿A qué se debe tanto cariño?

-Tara. En ti en visto a una amiga. A alguien a la que puedo contarle mis sentimientos más escondidos

-Claro. También en ti, he visto a una buena mujer

-Y por eso, como te dije ayer, quiero liberarme contigo – me soltó del abrazo

-Yo quiero escuchar.

Deseaba con toda mi alma escuchar que la Sra. Gerson me diera su total confianza y apoyo, y me ayudará a destruir lo que los fundadores quieren hacer conmigo. Pero, eso no pasara. Sin embargo, yo quiero escuchar lo que tiene para decirme porque su vida puede ser mejor o peor que la mía.

-Lamento todo esto Tara – me toco el hombro – sé que esto, es difícil de seguir

-No estoy lista para esto. No sé si pueda hacerlo

-Nadie al comienzo puede hacer algo que no ve seguro – se dirigió a la puerta

-Nada de esto, nada, se ve seguro para mí – me dio señales de que fuera con ella. Fui donde ella, y cruzo su brazo con el mío

-Para mí tampoco.

Salimos hacía las escaleras de espirales. Bajamos, como de costumbre me Maree, aquellas vueltas eran insoportables. Llegamos hasta la estancia; esta me hizo recordar a aquellos hombres, sin importar que fueran lindos. Llegamos hasta las puertas, y ella las abrió con el pie. Cuando salimos, aquellos hombres seguían hí. Me preguntaba, si ellos dormían, o era vampiros.

-Tara – me soltó, y me dejo caminar libre, mientras bajaba las escaleras, me sentía bien – te mostrare un lugar especial, lleno de magia – yo seguí derecho, sin importar lo que había dicho la Sra. Gerson. Al fondo, muy al fondo, podía ver mi casa; aunque se veía muy borrosa. Llegue y toque la tierra, el ruido de las botas me lleno de amino; hace tiempo que no escuchaba este ruido natural. Me quede quieta, respirando el aire hermoso de aquel momento.

-Tara – voltee la vista hacia la Sra. Gerson – vamos

-Vamos – recalque.

Llegue hasta donde ella, y nos fuimos detrás del palacio. Este, era enorme, era hermoso y muy elegante. El dorado de los bordes pintaba mis ojos. El blanco era perfecto para aquel lugar; las rosas los decoraban. Cada vez que llegábamos más atrás del palacio, más rosas; rosas, decoraban las murallas. El pasar era hermoso, y tan sencillo. Podía sentir, que vivía dentro de un lugar mejor, dentro de otro Edén. El infierno, debajo de estas rosas, era otra cosa.

-Espera aquí – se posó frente a mí, y se fue corriendo, desapareciendo detrás del palacio. 

Especial capítulos por ausencia (Lunes 26, martes 27)

La ElegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora