Caos Series (#1 - #4)

Prologo

Dicen que los humanos son el típico ejemplo de lo que es caos.

Yo, como profesional en ese tema, digo que deben de quitar el dicen.

Si supieran cuantas veces en mi vida me he topado con personas impulsivas, belicosas, cegadas por el amor y sin conciencia de sus actos pues me tomaría milenios completar la lista, eso sin contar que cada vez se agregan más nombres.

Y créanme muchas veces yo no tengo nada que ver con eso.

Bueno quizá si con lo de Troya o la Atlántida pero de lo demás no fue exactamente por mi culpa. No mucha al menos.

Bueno… no exactamente.

Pero estaba segura que la disputa de gatas que estaba presenciando en este momento no tenía que ver conmigo. Recuerdo haber visto un par de leones en la selva peleándose por un trozo de carne, esto… se asemeja bastante a lo que vi.

Solo que en vez de rugidos hay gritos y chillidos y en vez de garras hay uñas manicuradas.

Espero que con esta introducción se dieran cuenta de quién soy.

Asi que pueden salir corriendo despavoridos, no es como si no me hubiera pasado antes…

Pero si no saben quién soy de todas maneras me presentare.

Mi nombre es Eris, antes y actualmente, no le veo el caso a cambiarlo en estos tiempos.

Aun no me reconocen… pues más pistas, soy la hija del gran Zeus y Hera, melliza de Ares.

Ya les sono la campanita de la supervivencia…. Sino prosigo.

Madre de las calamidades que hacen que los hombres peleen y tomen armas en pos de guerras, a veces sin sentido…

Mayormente si sentido si me permiten opinar.

 La Diosa a la cual la mayoría de Dioses repudian y evitan… como si no tuviera sentimientos. Olviden eso.

La diosa que me inmiscuía en una guerra en el bando que fuese y asesinaba de la manera más sangrienta a los soldados y una vez muertos los arrastraba  y echaba a los cuervos mientras su vestido se teñía de rojo.

Créanme suena peor de lo que es, y todo tenía un motivo, me lo preguntaron alguna vez…

NO!

Otro de mis muy malentendidos actos si ya saben quién soy fue inundar la Atlántida,

De eso si juro que no quise hacerlo, pero madre dijo que era lo mejor.

Destruí el Sahara que antes era un gran bosque quemándolo en un incendio que duro meses. Sin mencionar de los jardines de babilonia.

De eso si no hablare, además Artemisa era una chillona.

Pero todos esos acto, en mi defensa,  fue lo que evito que este mundo se hundiera en el descontrol, conocen la teoría del equilibrio. Pues los dioses tenían una teoría diferente, la teoría de mostrar el poderío de nosotros, aterrorizar en un momento a los humanos.

Y en quien cayó esa carga, pues ya se lo imaginan.

Solo hubo un problema con todo este descontrol. Fui un arma hecha para castigar y admito todo lo que una vez hice. Pero lo que no admito es que me culpen de cosas que no hago.

Y ese es el quid de la cuestión.