4: Culpa

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No pude evitar la caída, no pude evitar oír como varios huesos se rompían, no puede evitar que mi corazón trastabillara cuando su corazón comenzó a detenerse.

Ryan estaba muriendo, por mi culpa, por salvarme. Otra persona a la que traicione, otra persona que confió en mí y decepcione. Este era mi castigo,

De alguna manera no habia sufrido mucho daño con la caída, mis piernas fueron las que se llevaron la peor parte, no podía ponerme de píe, pero sabia que apenas saliera de este lugar no tendría daño alguno. Conocía un camino para salir. Sabía cómo sobrevivir.

Y lo haría, viviría.

Recordaría este momento eternamente, esa sería mi penitencia, verlo morir, repetidamente, infinitamente, haría que este dolor siguiera atormentándome, recordándome este dolor.

Asi que como pude me arrastré hacia él.  Verlo inconsciente, su cabeza en un charco de sangre, su sangre, se quedo grabada en mi cabeza. Un nudo se formo en mi garganta.

¡Qué le diría a sus padres!

Quizá en mi familia no fuera de esa manera, pero los humanos atesoraban esos lazos, atesoraban su propia sangre.

No pude contenerme por más tiempo.

De mi boca no salían más que jadeos y gemidos mezclados con disculpas que sé que Ryan ya no podía oír. No pude llorar.

No podía.

Nunca entendí por qué, lo único que hacia al quebrarme al querer llorar era derramar sangre,  pero sabía que las lágrimas que hubiera emanado serian rápidamente sustituidas por un sentimiento amargo, estaba enojada, con Ryan, conmigo y con Temis.

¿Por qué tuvo que seguirme? ¿Por qué tuvo que quererme?

Se lo advertí, le dije que eso le traería problemas, que todos sufrían por ello, por eso los dioses no se enamoraban de los humanos, todos eran letales y posesivos. Un peligro para ellos que nos amaban.

—¿Por qué no me hiciste caso? ¿Por qué tenias que quedarte? Eres un imbécil Ryan, jamás he odiado tanto a alguien, en toda mi existencia.

—Eso… eso es rudo pequeñeja.

Abrí los ojos en sorpresa, Ryan estaba levemente consiente.

—Lo lamento, lo lamento Ryan no…

—No hay tiempo para eso pequeñeja —Ryan hacia una mueca por el dolor.

—No hables, encontrare como sacarte de aquí. Sobrevivirás.

—Tu y yo sabemos que no lo lograre. Y que no me convertiras.

Lo mire con sorpresa.

—¿Cómo sabes…

—Eros… lo hizo con psique ¿verdad?

—Ryan yo…

Alguien como tu no puede… no puede volverse como yo.

—Quiero serte de utilidad, siempre quise serlo

—No te entiendo Ryan.

—Me dijiste que necesitabas sangre para ver qué pasaba. Cómo funcionaban las cosas. Úsame. Dejame ser útil.

—Ryan… tu sangre no basta.

—Hay una laguna más allí, la sangre se esparce en el agua.

—No puedo… si te muevo…

—Moriré de todas maneras.

Hice lo que me dijo, mi alma desgarrándose con cada gemido o lloro que intentaba aguantar. Lleve a su cuerpo a la orilla, y empuje su cuerpo, procurando que flotara boca arriba, paso poco tiempo antes de lo hecho. Tal y como dijo el agua comenzó a tornase rojiza, miré a Ryan con disculpa, el solo me sonrió, entonces me sumergí.

Mi cuerpo se hundió en el agua, tenía que hacerlo rápido, fuera del petros podía vivir sin respirar, aquí era necesario, habia la leve posibilidad de ahogarme.

Así que apenas mis pies tocaron el suelo.

Comencé a danzar.

Moviéndome con el fluido del agua, girando alrededor, mis ropas se deshicieron conforme la luz me inundaba, la cual conforme giraba se abrazaron a mi piel como un vestido blanco, giré con más fuerza, haciendo un remolino dentro del agua, el cuerpo de Ryan cayó a mi costado apreté los puños fuertemente, causándome cortes en las palmas, y comencé a danzar a su alrededor, por la rapidez de mis giros, y mis manos extendidas la sangre proveniente de mis palmas giraba como una cintilla a mi alrededor, una fuerza comenzó a separar la sangre de Ryan del agua, arremolinándose a mi costado, creándose, gracias a la fuerza del aire, la figura de alas a mi costado, las que cerrándose en mi cuerpo, finalmente tiñeron el vestido. Comencé a pensar en lo que Ryan dijo, recreando y pensando en los desastres, pensando en la verdad, la libertad. Solo eso tenía que haber en mi mente, desconectándome de la realidad, solo de esa manera la sangre cumpliría mi deseo.

La verdad me liberaría y…

¡No podía apartar ningún pensamiento de la influencia de Ryan! No podía solo ignorar que estaba muriendo a mi lado, no podía sacar de mi mente su dulce sonrisa, no podía simplemente hacer de la vista gorda y sobre todo.

COMO PODIA OLVIDAR  A LA UNICA PERSONA QUE CREYÓ TODO MOMENTO EN MI.

“Puedo salvarlo”

La voz fue tan repentina que comencé a detenerme.

“No lo hagas, el peso del agua aplastara al muchacho”

Comencé a hacer lo que me ordeno.

“Puedo devolverle la vida al muchacho, además de decirte quien es la que ordeno todo esto”

—Como puede hacerlo.

“Solo una respuesta, aceptas o no”

—¿Qué quiere de mí?

“Obediencia, quiero que obedezcas cuando te llame. Aceptas o no, no le queda mucha vida”

—Sálvalo.

“Entonces no te detengas, pero aviso, una vez que recupere la vida tendrás que matarlo”

—¿Qué no….

Dicho esto inmediatamente se taparon mis oídos, mi cuerpo comenzó a girar por inercia propia, la luz me cegó y la sangre me mostro un rostro, el creador de todos los desastres, quien verdaderamente controlaba el poder del Caos.

Un grito, creo que fue el mío rasgo por toda la cueva. El poder que estalló de mi cuerpo evaporando toda el agua, tornando mis ojos rojos por la sangre absorbida.

Lo único que me saco de mi fatiga fue la acelerada respiración del chico a mi costado. Y en este momento lo tenía más claro que él agua, a lo que se refería esa voz.

Tenía dos cosas claras en este momento.

La primera, sea quien sea que haya salvado a Ryan, no era un dios, era algo más poderoso que eso.

Y la segunda Ryan tenía que morir, si quería mantenerlo con vida

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Sorry por la demora, recuerden su les gusta comentario o voto, asi puedo saber que les gusta y eso me hace muy feliz.

Besotes. 

Fer

Caos Series (#1 - #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora