Caos Series (#1 - #4)

2: Lazos Familiares

Espere a que Hera se marchara, una vez fuera de mi vista corrí a mi habitación. Golpeando todo lo que tenía a mí alrededor, quería romper algo, quería desahogar todas mis energías.

Quería gritar.

De hecho…

Grite, fuerte y alto, hasta que me quemaron los pulmones.

—¡Qué demonios!

Ryan apareció ante mí, claramente adolorido por mi súper grito, lo miré con odio. Por su culpa iban a desterrarme, por su culpa todo tenía que pasar de esta manera.

Quiero decir ¿por qué tuvo que seguirme?

Acaso no tenía sentido de la auto preservación. No sentía el peligro en mi, quiero decir todos lo hacían, el caos que generaba era indirecto porque nadie era lo suficientemente tonto como para acercarse a mi asi que….

¡Felicidades Ryan eres un completo tonto!

Y el beso…

—Todo esto es tú culpa. Si me destierran te asesino, por que tuviste que seguirme.

Estaba enojándome, eso no era bueno.

—¿Y yo qué hice, tu fuiste la que me trajiste aquí fenomeno?

—Porque me besaste. Y… Me acabas de llamar fenomeno. Como te atreves insulso mortal.

Comencé a sentir su energía, doblegándolo de rodillas ente mí, estaba molesta y eso no era bueno para él…

Y… Oh mierda.

—Metete bajo la cama.

—No creo que sea un buen momento…

¿Enserio? Hasta en estos momentos.

—Bajo la cama si aprecias tu vida.

Agradecí que me hiciera caso, la energía picante estaba llegando rápidamente. Ryan se metio bajo la cama mientas yo ahogue un grito cuando sentí a alguien tocarme los hombros, deslizándose como una serpiente por mis antebrazos, poniéndome toda la piel de gallina.

No tuve que girarme para saber quién era.

—Así que es verdad

Mierda.

El aroma a pólvora y sangre que siempre rodeaba su energía me invadió, su tacto tan sigiloso pero mortal me cortaba el flujo de respiración.

—Mi hermanita volvió.

—Hermano —mi efusividad andaba por los suelos.

—¿Qué pasa hermanita? Te siento, perturbada y no es por mi presencia. De todas maneras, que te llevo a venir.

—Acaso no oíste lo de madre.

—Oh... asi que era por eso… Ahora entiendo porque todos estaban tan felices…

Escondí la mueca de dolor, no podría mostrar debilidad en este lugar, ningún signo de que esto me lastimaba, de que siempre me lastimo.

—Pues que hagan una fiesta, —sonreí falsamente como siempre lo hacía—, me tendrán aquí por un rato hermano. Madre me prohibió la salida.

—Entonces comencemos con la reunión.

—Yo diría…

—Oh, asi que la escoria volvió. No entendiste que nadie te quería aquí.

Solté un bufido.

—Gran revelación Temis, mira como me afecta, lloró lágrimas de sangre. Supéralo de una vez. Tienes mucho verde en la actualidad no crees…