Caos Series (#1 - #4)

9: El Destino

Ryan

―Oye…

―Despierta chico lindo…

―Ryan… ¡Ryan!

Abro mis ojos bruscamente, me paro de un salto pero me detengo, mi cuerpo se siente entumecido, mi cabeza pesada, parece como si me hubieran martilleado la cabeza una y otra y otra vez.

Es un asco.

¿Qué me había pasado? Quiero decir… estaba teniendo lo mío besando a Eris y luego… ¿me dormí? ¿eso es siquiera posible?

―Si vas a seguir ignorándome no respondo de lo que te pase.

Sacudido busco la voz por encima de mi cabeza, intrigado porque no veo nada más que maleza. Y a todo esto… ¿Dónde está Eris?

―¡Hay Dios! Es. En. Serio. Quiero decir soy pequeña no invisible.

Algo cae delante de mí en una estela blanquecina. Me agacho rápidamente recogiendo mi arco y flecha, apoyándome en una rodilla, apuntando.

Sus pies descalzos son lo primero que veo, seguido de un largo cabello,  mi mirada sigue su vestido blanco, hasta llegar al tapado de su cara.

Bajo mi arco al ver que es una chica.

―¿Quién eres?

―Bueno eso es relativo y adfg ―escupe su tapado fuera de su boca y la oigo resoplar.

No sé sinceramente que pensar y hago mi mejor esfuerzo para no reírme., ¿debería preocuparme? ¿quiero decir… que hace alguien como ella aquí?

 ―Perdon, una pensará que después de pasar casi todo un día con esto ya no se te meterá a la boca ― mira a todos lados antes de suspirar, tira del tapado y se saca el vestido.

Miro su atuendo en shock.

―Esos son…

―Perdóname si no me gusta que se me congelen las piernas. Los jeans es algo que debieron inventar hace mucho.

―¿Cómo es posible?

―Bueno… porque al igual que tu, no pertenezco a esta época ―la chica se acerca a mí―. Pero a diferencia tuya, mi existencia se basa en este destino.

―¿Tu nombre… ―pregunto, cada vez más confundido.

―Bueno… tuve muchos nombres, pero me gusta el de Generis, puedes decirme Gen y… ese no es el punto.

Suspira y sus facciones, cambian, volviéndose más serias y más maduras.

―He venido aquí por el futuro que se me ha revelado, del cual necesito que formes parte si queremos salvar nuestro tiempo.

La miro en duda, sigo sin entender quien es ella o que hace aquí.

―Soy un Oráculo, Ryan ¿Sabes lo que es? ―asiento―. Vine, porque necesito tu ayuda. Tú eres el catalizador para que nuestro mundo sucumba. Lo que sientes por Eris destruirá todo.

Quise reírme, de hecho bufe, sonoramente. Ya me estaba llegando esta situación, por qué todos se aponían a algo que nos les interesaba, que daño puedo hacer al amar a Eris. ¡Qué mierda le pasa a todo el mundo que trata de oponerse!

―Sé que no me crees ―dice, dando un paso más cerca a mí―, y entiendo que te sientas frustrado. Pero es necesario que lo entiendas. Ryan tienes más poder sobre Eris de lo que piensas.

Bufó

―¿Qué poder puedo tener? ―digo, lentamente―, si cada vez que me acerco a ella, solo piensa en una forma de mandarme a casa.