―Memorias ―suspira mientras abre su cofre, un cofre al que aprendí a temerle por lo que contenía―, tan ignorada pero a la vez tan preciada y fácil de perder…
No hablo, solo que quedo viéndola, sorprendida de que me trajera a este lugar, sorprendida de encontrarme en esta situación, ver a mí fuerte madre, seria, dolida, lagrimas cayendo de unos ojos que habían visto el verdadero temor del mundo y no se había inmutado.
Na sabía qué hacer.
No sabía si darle consuelo o simplemente permanecer callada.
―Madre…
Su mirada cae en mi e inmediatamente opto por lo segundo, y después de mi silencio toda su atención cae en el cofre, su temblorosa mano dirigiéndose a uno de los frascos que allí residen, ella lo levanta como si fuera algo de extremada delicadeza, el liquido carmesí baña los contornos del cristal, brillando con la anticipación de su propósito.
Uno que me pregunto que será.
―¿Que es…? ―susurró tan bajo, mirándola temerosa por mi osadía, ella solo me mira asi que por un momento respiro tranquila.
Respiro una tranquilidad que rápidamente es evaporada por su respuesta.
―Esto Eris… es mi arte, mi vida ―levanta el frasco hace el leve resplandor que entra de la luna en esta caverna oculta del mundo, el liquido en el interior va abandonando su color carmesí para tornarse incoloro, una vez abandonado todo color ella lo abre―. Esto hija mía, es el veneno de la bruma.
Trago en seco, viendo como de ese pequeño contenedor se comienza a expandir una niebla que en pocos segundos rodea todo el lugar, haciendo mi respiración pesada, el aire se vuelve frio, estoy inmovilizada en mi lugar, e inmediatamente intento no respirar.
La fría mirada de madre cae en mí ahora.
―No es letal Eris ―la mano libre del frasco viaja a mi mejilla, su uña del pulgar se desliza por esta, haciendo presión, recogiendo una gota de mi sangre―, pero si es peligrosa, esto la hace lo que es…
Atónita veo como en su dedo lleva una gota de mi sangre, dejando que la luz de la luna la ilumine, tornándose del característico color dorado de los dioses, y depositándola en el veneno, una sonrisa se marca en su rostro.
―No es letal, pero no por eso no es dañina ―cierra el frasco con su dedo y espera a que los cambios que color que ocurren dentro de él paren.
Inmediatamente se que algo está mal, que tengo que salir de aquí, pero no puedo moverme, y no hay forma de huir.
―Yo misma lo creé ―gira el frasco para que el liquido choque en su piel―, sirve tanto para humanos como para dioses.
No tengo tiempo para reaccionar antes que su energía estalle, sujetándome como tentáculos, poniendo mi rostro a su altura.
―No temas, no te lastimará ―susurra, volviendo el frasco a su posición inicial y llevando su dedo marcado con el veneno a mis labios, obligándome a abrirlos para probarlo directamente―, este será mi legado para ti Eris.
Mi vista comienzo a nublarse, mis odios no dejan de zumbar.
―Una gota borrara todo lo que paso este día, todo el frasco, hará que olvides todo lo relacionado a nosotros. ―Mi cabeza cae hacia adelante, y todo lo que puedo oír son vagas palabras de mi madre, antes de comenzar a olvidar.
―Lo recordarás cuando lo necesites Eris, tengo fe en ello.
Ahora lo recuerdo, cada detalle de ese día, lo que verdaderamente significo para ella.
Qué tan dañino puede ser este veneno.
Lo poco que recuerdo ahora, me basta para entender que tengo que hacer.
Intento liberarme de cualquier manera, pero no puedo, de alguna manera es más fuerte que yo, de alguna manera no tengo a quien pedir ayuda, esto sola en esto.
Mi cuerpo es lanzado contra el piso, mi cabeza rebota bruscamente contra la grava.
¿Por qué?
¿Por qué tiene que ser asi?
Su cuerpo se cierne sobre el mío, manteniéndome presa ante su cuerpo, veo el frasco brillar ante la luz de la luna, veo el carmesí volviéndose incoloro, su mano vuela a mi quijada obligando a que se eche hacia atrás, sus labios desfilan por mi cuello, besan las comisuras de mis labios.
―Perdóname Eris.
Destara el frasco con su boca, siendo la bruma invadirnos inmediatamente.
―No soportare perderte otra vez ―susurra.
Mi cabeza es echada para atrás y entonces siento el frasco en mi boca, y todo el líquido entrando en contacto.
Cierro los ojos.
Tengo que luchar, tengo que terminarlo.
Es hora del final.
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Asi comienza el cuarto mini libro :3 ya quede con las cuentas y maso son 6 libros de 8 a 9 capitulos en total.. es decir quedan 2 :3
Besos.
Fer
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Caos Series (#1 - #4)
ChickLitCaos y equilibrio. Vida y muerte. Inicio y final. ¿Crees que puedes confiar en alguien? Nada es seguro en este mundo, nada de aquí es verdaderamente tuyo, no puedes confiar, no puedes creer, solo te queda pelear. La vida de una diosa no es fácil. La...