Caos Series (#1 - #4)

1: El desorden es el nuevo orden

Literatura Griega.

¿Enserio?

Tenía que soportar esto, es decir, está bien oír hablar de tu familia pero basta de alabanzas. ¿Y yo qué?  

Es decir, entiendo que todo se base en los dioses de la primera generación, pero sus hijos tambien resaltamos, dios del sol, de la guerra, de los animales…

Del Caos, discordia…

Es decir… hablen de mí.

—Desde otra perspectiva de vista se habla que la guerra de Troya fue provocada por la diosa de la discordia.

Al fin

—Como aparece en sus guías la leyenda cuenta que tanto los dioses y diosas como diversos mortales fueron invitados a la boda de Peleo y Tetis. Salvo la diosa Eris quien no fue invitada debido a su naturaleza problemática.

Eso no es verdad simplemente no quise ir. Pero madre me obligo al final.

 —Así que Eris apareció en la fiesta con la Manzana de la Discordia, una manzana dorada con la palabra kallisti inscrita, que arrojó entre las diosas provocando que Afrodita, Hera y Atenea la reclamasen para sí, iniciándose una riña.

Si me acuerdo de eso, las diosas pueden pelear como gatas, en especial madre, “Para la más hermosa”, la vanidad es parte de la discordia.

—Zeus, para no tener que elegir entre las diosas, puesto que una era su esposa y las otras dos eran sus hijas, encargó ser juez a Paris. Entonces Hermes le transmitió al desventurado Paris, príncipe de Troya, que tendría que elegir a la más hermosa.

Y las tres orgullosas diosas sobornaron al pobre humano.

—Hera le ofreció poder político, Atenea le prometió destreza militar y Afrodita le tentó con la mujer más hermosa de la tierra, Helena, esposa de Menelao de Esparta. Siendo Paris un joven apasionado, y aunque no se sabe cuánto tiempo meditó sobre la cuestión, terminó por conceder la manzana a Afrodita, raptando luego a Helena y provocando así la Guerra de Troya.

La belleza mata.

Y no fue exactamente mi culpa, bueno si arroje la manzana pero no soborne al humano.

—Gracioso no crees.

Me gire al oír a una mortal llamándome.

—Llevas el mismo nombre que la diosa de la discordia.

—Si muy hilarante —sonreí sarcásticamente, si solo supieran.

Deje de prestarle atención al profesor cuando lo sentí muy monótono, que fue exactamente cuando dejo de hablar de mí. Divagando en mis pensamientos mire alrededor cuando sentí una intranquilidad viniendo de algún lugar de esta clase.

Bueno al fin algo divertido.

Visualice mi nuevo punto de atracción en uno de mis compañeros sentados a mi delante, parecía nervioso, cada cinco segundos mirando a la ventana en busca de algo. Concentre mi energía en él alimentándome con sus temores, y sonreí al descubrir el porqué de su inquietud.

Levante la mano para llamar la atención del profesor.

—Si Eris.

—Necesito ir a la enfermería.

El profesor solo asintió, me tambalee en poco al pararme fingiendo mareo, me lleve la mano a la cabeza y apoye una palma en la mesa.

—Señorita se encuentra bien.