19. Orfandad

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-¿Cómo pude hacerle caso a una tramoyista? ¡Debo ver a Roxana ya!

-Calmaaaado, galán.

Cyrano era testigo de otro de los ataques de ansiedad que le daban tras periodos cada vez más cortos al joven Christian. El pobre muchacho se comía las uñas mientras hacía suposiciones fatalistas sobre el amor de Roxana, se angustiaba al pensar en lo triste que debía estar su amada al no saber nada de él.


-¿Porqué hasta el viernes? Pobre de mi Roxana, debe extrañarme tanto.

-Si en serio no soportara tu ausencia ya habría venido a preguntar por ti. La conozco. Y Canelle debe tener una buena razón para decirnos que esperáramos específicamente al viernes.

-Como que le tienes mucha confianza, ¿no?

-Pues ha hecho más por mi que cierto jovenzuelo de rizos rubios.

A Cyrano le molestaba cualquier comentario malintencionado contra Canelle, lo incluyera a él o no, especialmente si venían de la bocota de Christian, ese baroncito seguía desdeñando a la joven tramoyista solo por tener una posición social abismalmente diferente a la suya. No tenía porque aguantar eso.

-Te veo después.

-¡¿Qué?! ¿Me abandonas? ¡No puedes! Se supone que estamos juntos en esto.- el muchacho se aferró al brazo de Cyrano que tenía todas las intenciones de irse, deteniéndolo con reproche.

-Mientras no hay Roxana, no hay trato.- al cadete mayor le bastó un solo movimiento para liberarse de Christian y salir, aún cuando el joven lo seguía de cerca con una escandalosa letanía de reclamos.


-¡Canelle!

Ambos se detuvieron de golpe al salir a la Sala de Armas y encontrar a Canelle charlando alegremente con Le Bret, quien le mostraba algunos movimientos con un florete. Al escuchar su nombre, la chica agradeció con una reverencia a su interlocutor y corrió hacia Cyrano con una gran sonrisa.

-¿Estás ocupado? Debo hablar contigo.- dijo la muchacha ignorando totalmente al rubio, quien hacía otro tanto.

-No, para nada, ven.- Cyrano tomó la mano de la joven y se la llevó a donde pudrieran estar solos.


Entonces la chica relató con lujo de detalle la teoría del Fantasma de la Ópera, de las tragedias que podrían ocurrir por el anuncio de La Carlota haciendo el papel que se había exigido para Daaé y que deberían averiguar si había amoríos entre el vizconde y la cantante.

-Eso es fácil, le preguntaremos a Christian. Parece que son amigos.

-¿Christian? ¿El niño bonito al que acabo de ignorar hace rato? No creo que quiera ayudarme... ayudarnos.

-No seas tan desconfiada.

Canelle volvió a sentir la fuerza con que Cyrano estrechaba su mano y fueron a buscar a Christian.


-¿Si les digo lo que pasa entre Cristina y Raúl me dejarán en paz? Si no piensan ayudarme a sobrellevar la falta de Roxana, no quiero saber nada de ustedes hasta el viernes.

Canelle y Cyrano asintieron infantilmente, le habían estado insistiendo por varios minutos. Christian exhaló un suspiro resignado.

-Pues sí, Raúl esta estúpidamente enamorado de Cristina.

"Lo bueno es que son amigos" pensó la chica mirando la frialdad con que él respondía.

-No puede dejar de amarla, aún cuando dice que lo hará, y que cualquiera puede entender que lo está engañando y se escuda en esa tonta historia de El Fantasma de la Ópera, e incluso se hace la víctima lloriqueando que "le tiene miedo". Díganme ustedes si no es obvio, ¿qué muerto podría raptar a una mujer 15 días y regresarla tan bien cuidada? Cualquiera puede deducir que es alguien muy vivo.

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