Un molesto ruido al lado de mi oreja me despertó. Era mi despertador, con su maldito pitidito matutino. Qué asco le tengo. Estiré el brazo para apagarla, hasta acabar con aquel irritante sonido, que no duraría mucho más, ya que en un par de semanas comenzaban las vacaciones. Era algo extraño empezar en el WLHS a tan solo dos semanas de las vacaciones, pero prefería tenerlo todo más o menos controlado para el curso siguente.
Me vestí con algo sencillo, una camiseta de estampado floral con una camisa vaquera abierta, y unos pantalones color salmón claro y mis Converse de siempre.
Cogí la mochila y bajé a la cocina, a desayunar. No había nadie, no os vayáis a pensar que mi familia es la típica que cuando bajas a la cocina por las mañanas están todos a la mesa sentados, con la luz de la mañana entrando por los ventanales, mi madre preparando huevos con bacon, y el perro que no tenemos correteando por la casa alegremente. No. Es más bien una cocina vacía y sombría en la que tienes que prepararte un zumo y limpiar el vaso, o te echan la bronca, ya de primeras.
Lo dicho, saqué un par de botellines de zumo de la nevera y me tomé uno de ellos. El otro lo guardé en mi mochila, por si me entraba la sed, o algo. También tomé un par de piezas de fruta, para recargar energías.
Miré la hora. Las siete y cuarto. Tenía tiempo.
Me arreglé un poco para el primer día, no quería ir hecha un feto. Cogí mis gafas de pasta negras, ya que para clase las necesito, y mi gorro de lana negro. Lo solía llevar a media cabeza, sin que apenas me tapara el pelo, pero ahí estaba. Medio caido, adornando mi cabeza.
Salí por la puerta y tomé aire. El aire de la mañana, de olor fresco y húmedo, era fantástico. Me esperaba un gran día.
—Ya verás, Noah. El WLHS te va a encantar, aunque solo queden un par de semanas para el verano. ¡Es genial! —dijo Nat, entusiasmada.
—Sí, y hay unos tíos... ¡Que te mueres!
—¿Ya estás otra vez?
—¿Qué? ¡No hay derecho!
—Lea, no tienes remedio...
—¡Pues tendrás que vivir con ello...!
Mientras las chicas discutian en el autobús, yo iba mirando por la ventanilla, sin decir palabra. Liam estaba allí, con nosotras, pero no me había dado ni los buenos días. ¿Estaría enfadado? Y si lo estaba, ¿por qué? Si fue él quien me besó... Aunque solo fuera un inocente beso en la mejilla. Ya me había dado alguno que otro, pero aquel había sido, digamos... Especial. Diferente, no lo sé. Quién sabe.
En nada llegamos al instituto, al que no paraba de entrar gente. Era un edificio enorme, rodeado de campos de deportes, árboles, bancos y zonas verdes. Parecía un sitio agradable.
—¡Tachán! ¡Bienvenida al Western London High School!
—Parece... Guay —dije mientras contemplaba como Liam salía del autobús a toda prisa.
—Ya verás, te vamos a enseñar todo, va a ser... Eh, Noah, ¿pasa algo? —preguntó Nat, intuitiva.
—¿Eh? Ah, no, nada. Nada.
—En serio, qué pasa.
—Bueno, es que... Anoche lo dejé con mi novio.
—¡¿Qué?! Vaya, lo siento mucho...
—No, Nat, tranquila... Creo que hice lo que debia.
—Tomaste la decisión correcta, estoy segura —afrimó Lea, dándome una palmadita en el hombro.
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Just Hug Me ♥ (One Direction)
FanfictionNoah Stevenson, una chica corriente, se ve obligada a abandonar su vida en Irlanda por temas económicos, y trasladarse a la ciudad de Londres junto a sus padres, su hermano y su abuelo, a una encantadora urbanización en el sur de la ciudad. Allí con...