Capítulo Nº 23

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   Liam se alejaba poco a poco de espaldas a mí, con las manos en los bolsillos, adentrándose hacia la multitud.

   Agarré todas las bolsas, y pedí como pude las llaves en recepción, para poder entrar a la habitación. Tuve que pedirlas a nombre de Harry, pero por suerte me las cedieron.

   Caminaba sola por los pasillos de aquel gran hotel. Pero... ¿Y si Harry no estaba allí? Además, ¿Qué pensaría si le contara lo de Liam? Aunque las cosas estuvieran yendo muy deprisa entre nosotros, como el primer beso, nuestra primerísima vez, el picnic, y hasta el viaje a París... Lo cierto era que llevabamos relativamente poco tiempo saliendo, y no sabía si él era celoso, si no lo era, o qué.

   Entre reflexión y reflexión, llegué hasta la puerta de la habitación. Suspiré, y entré.

   —¿Hola...? ¿Harry?

   Merodeé por la habitación, desde el cuarto de baño hasta la terraza, incluso miré dentro de los armarios.

   Nada.

   Decidí llamarle al móvil desde el teléfono de la habitación.

   Dejé todas las bolsas justo al lado del tocador, y me senté en el borde de la cama. Comprobando la agenda de mi móvil, marqué su número en la pantallita del teléfono. A cada pitido que sonaba, más apretaba el teléfono con mis dos manos. Rezaba para que contestara. De pronto, su carraspeada voz masculina contestó al otro lado del teléfono.

   —¿Sí?

   —¿Harry?

   —¿Noah?

   —Sí, soy yo.

   —¡Noah! ¿Dónde estás? Llevo buscándote casi dos horas, ¡Estaba preocupadísimo!

   —Ay, Harry, qué exagerado eres... —dije riendo.

   —Tonta —dijo poniendo voz infantil. 

   —Tonto.

   Me encantaba cuando se ponía el plan niño pequeño. Yo no podía ver su expresión desde el teléfono, pero me imaginaba sus hoyuelitos y su carita de bebé al otro lado de la línea.

   —Te llamo desde el teléfono de la habitación, ¿Tú qué tal? ¿Dónde estás ahora mismo?

   —Bueno... Creo que me he recorrido media ciudad corriendo, total, para no alcanzar a la pareja de las bicis. Después he vuelto al sitio en el que se supone que estabas, pero allí no había nadie. Así que he buscado por toda la zona, y tampoco estabas. Ahora mismo estoy yendo hacia el hotel. Por cierto, ¿Cómo has llegado hasta allí?

   Aquella pregunta me provocó un nudo en la garganta. ¿Qué iba a contestarle? ¿Le contaba lo de Liam? ¿Le mentía? Opté por no decir nada.

   —¿Hola? ¿Noah?

   Literalmente, nada.

   Pasé un rato en silencio, mordiéndome las uñas (o lo que quedaba de ellas) y pensando en una respuesta temporal.

   —Cuando llegues al hotel hablamos, ¿Vale?

   Está bien, eso de escurrir el bulto no fue una respuesta muy buena.

   —Bien... Bueno, un beso, te quiero.

   Y antes de que pudiera decir nada,colgó.

    Dejé el teléfono en su sitio, y me tumbé en la cama. Estaba agotada. Poco a poco sentí que mis ojos se iban cerrando, sin yo poder hacer nada para evitarlo. Me quedé frita.

Just Hug Me ♥ (One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora