Capítulo Nº 25

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   Miré de nuevo hacia abajo. Distancia. Mucha distancia. De pronto oí un trueno. Y después un rayo. Y lluvia. Genial.

   Dirigí la mirada hacia arriba, y ví la lluvia caer. Aquello me enfureció aún más.

   Me llevé las manos al pecho, y sentí el colgante que me había regalado Harry. Lo miré fijamente, y lo apreté con fuerza, y las lágrimas volvieron a recorrer mi mejilla. Recordé el momento en el que me lo había dado. Exactamente, en aquella misma tarde. No me podía creer que todo aquello hubiera ocurrido, en tan poco tiempo. ¿Me había pegado? Pero... ¿Por qué?

   Tiré con fuerza del colgante hasta romper la cadeneta, miré al horizonte, y, pegando un grito brutal, lo lancé al aire. Lejos. Muy lejos. Por algo se ha dicho siempre que las mariposas no viven mucho más de un día.

   En aquellos momentos lo único que quería era lanzarme desde allí, y acabar con todo. Habían pasado pocos días desde que conocía a Harry, pero en aquel tiempo me dí cuenta de que estaba más que enamorada de él. Pero, con lo ocurrido aquella noche, las cosas en mi mente cambiaron por completo.

   Cerré los ojos y extendí los brazos, como para tirarme y terminar con todo de una vez.

   Pero de pronto, una voz masculina jadeante detrás de mí, gritó desesperadamente.

   —¡NOAH, NO LO HAGAS! —chilló.

   Dí media vuelta y miré hacia la puerta del ascensor. La silueta de un chico se acercaba corriendo hacia mí.

   Era Liam.

   —¿Liam...? —dije limpiándome las lágrimas, para poder ver mejor.

   —Noah, por favor, no lo hagas   —dijo arrodillándose en la lluvia—. Sé que parece una locura, pero por favor, haré todo lo que tú quieras para hacrte sentir mejor, y sea lo que sea lo que te pase eso nunca es la soluc...

   —¡Liam! —le interrumpí.

   Dí un salto desde el bordillo hasta el suelo, y corrí a sus brazos.

   —Gracias a Dios, pensaba que te ibas a tirar de verdad... —dijo casi sin aliento.

   —¿Y dejarte aquí solo? Nunca.

   —Dios mío, dios mío, dios mío... ¡No me des estos sustos! ¿Pero que ha pasado...? ¿Eso que tienes en la nariz es sangre?

   ¿Sangre?

   Efectivamente, me toqué la nariz con la mano, y me la volví a mirar. Sangre.

   Harry me había pegado con tanta fuerza que había provocado una hemorragia nasal.

   —Ah, bueno... Nada.

   —¿Nada? He venido corriendo desde mi hotel hasta aquí, te he encontrado a punto de tirarte desde lo más alto de la Torre Eiffel con la nariz herida... ¿Y me dices que nada?

   —Liam, decir nada es un sinónimo de es muy largo de contar. Además, no sé como he sido tan estúpida de llamarte solo para preocuparte y, y, encima... Colgarte.

   —Me da igual, yo no he venido hasta aquí para dejarte sola otra vez. Ven, vamos abajo y me lo cuentas todo.

   Se quitó la chaqueta y me la puso por encima. Luego sacó un pañuelo y me lo dionpara que me limpiara la herida. A continuación cogió todas mis cosas, y llamó al ascensor.

   —Liam, gracias. Eres un encanto de chico, de verdad.

   —No hace falta que me las des, yo creo en una cosa llamada Karma.

Just Hug Me ♥ (One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora