Capítulo Nº 21

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La Rue Sant Monique estaba bastante cerca de la zona comercial, así que no tuvimos que caminar demasiado.

   —Aquí está —dijo Harry de pie frente a un restaurante, Le Légume.

El local era bastante casual, pero a la vez chic. Era una mezcla de conceptos decorativos algo extraña, pero estaba genial. Aquel lugar era realmente acogedor. Estaba todo lleno de macetas con plantas, enredaderas por la pared exterior, y mesas decoradas con velas naturales y jarrones llenos de coloridas flores.

   Entramos, y una chica muy simpátca (la camarera, al parecer) nos condujo hasta una de las mesas de picnic de madera en la parte de la terraza del local.

En la mesa, a parte de nuestros platos, copas y cubiertos, también había varias velas de ambiente, y un jarrón alto con un lirio morado.

   Harry me hizo un gesto para que me sentara. Le miré de reojo y sonreí, me pareció un gesto realmente caballeroso.

   La misma chica de antes, nos entregó las cartas del menú, sonriente. Pasó un rato, y yo estaba como una idiota mirando a la carta, sin comprender nada, por el idioma.

   —¿Sabes ya lo que vas a tomar? 

   —No, no tengo ni idea, todo está en francés... Y no entiendo nada de nada —dije algo avergonzada.

   —No te preocupes, yo te traduzco —dijo levantándose y sentándose a mi lado.

   Me tradujo toda la carta de arriba abajo, pero siempre con una sonrisa en los labios.

   —¿Lo has entendido?

   —Eh... Sí, creo que sí.

   —Bien, entonces, ¿Qué vas a tomar? —preguntó de nuevo.

   —Creo que la pizza de espinacas y tomate natural tiene muy buena pinta, y una ensalada de la huerta estarían genial, ¿Qué hay de ti?

   —Yo iba a coger el sushi de verduras. Sin pescado.

   —Sin pescado... ¿Compartimos?

   —Eso ni lo dudes.

Cerramos las cartas y la camarera en seguida vino a atendernos.

   —¿Avez-vous décidé? —preguntó. 

   —Oui madame. Pour la dame de la salade du jardin et de la pizza aux épinards avec tomates naturels. Et pour moi, du sushi des légumes, s'il vous plaît.

   —D'accord monsieur —dijo con una sonrisa, anotándolo todo y marchándose.

   —Y bueno, Harry... ¿Tú que has comprado?

   —Oh, nada en especial... Vaqueros, americanas, un detallito para tí, camisetas, zapatos...

   —¿Un regalito para mí? Ay, Harry. ¿Qué te tengo dicho de comprarme cosas? Que luego me siento fatal, no me gusta que me pagen todo.

   Mientras yo hablaba, Harry apoyó los codos sobre la mesa y se puso las manos en la cara, acercándose a mí poco a poco.

   —Ay, Noah, pero que cuca te pones cuando te enfadas.

   —¿Sabes? Eres idiota —dije rozando la punta de mi nariz con la suya.

   —Lo sé —dijo apretándose los mofletes con las manos, hasta dejarse cara de pez—. Pero soy adorable.

   —Pues claro idiota —dije riendo y arrugando la nariz.

   De pronto, la camarera apareció con una bandeja. Llevaba dos bebidas tropicales de color rojo, con frutas por todos lados y una cesta de pan.

   —Sangríe, sur la maison. 

   Posó los dos vasos en la mesa, y se fue sonriente de nuevo.

   Era... ¿Sangría? Ah, alcohol. Bien, muy bien.

   Yo nunca antes en mi vida había bebido, es que no me parecía... Digamos... "guay".

   —Harry...

   —Dime Noah —me miró cogiendo un pedazo de pan.

   —Yo... Yo... Nunca he bebido alcohol —dije avergonzada, bajando la cabeza.

   —Ostras... Perdona... ¿Quieres que te pida agua? —dijo levantándose. 

   —No, no... Ahora que lo pienso igual lo pruebo, que creo ya tengo edad.

   —Mira, no quiero que te sientas obligada a nada, ¿Vale? —dijo poniendo sus manos sobre mis hombros, mirándome con dulzura—. Si vas a beber, que sea porque tú quieres, no porque otros te lo digan. Recuerda eso.

   Sus palabras se me quedaron grabadas en la mente."Si vas a beber, que sea porque tú quieres, no porque otros te lo digan."

Pero a mí, realmente me apetecía probar. Tenía tan buena pinta...

Miré a Harry, y después al vaso de sangría.

   —Sí, lo tengo claro. Quiero probar.

   Harry me sonrió y cogió su vaso.

   —¿A la de tres?

   —A la de tres.

   —Una...

   —¡Ttres! —dije dándole un trago a mi vaso—. Está fresquita... ¡Entra genial con este calor!

   —Es verdad... —dijo apoyándose en el respaldo de su silla, poniéndose las manos en la nuca—. París, ¡C'est la vie!

   Un rato más tarde, la chica trajo nuestra comida. Pizza, sushi, ensalada y... ¿Patatas fritas?

   —Des frites viennent avec la pizza, ¡Bon appétit! —dijo marchándose.

   Todo tenía una pinta estupenda, no podía esperar más para comer. Pero no sabía que había dicho la chica, puede que fuera algo importante.

   —¿Me traduces, Harold?

   —Ha dicho que las patatas fritas vienen con la pizza... Pero hemos dicho que íbamos a compartir, ¿No? —me guiñó un ojo.

   —Claro —le devolví el guiño.

La comida estaba riquísima, y la verdad es que a pesar de ser comida vegetariana, para nada me quedé con hambre.

   Harry se volvió a ofrecer para pagar, pero al final pagamos entre los dos, gracias a mí. Le dimos las gracias a la camarera en francés, y salimos de allí más que satisfechos.

   —Bueno, ¿A dónde quieres ir ahora? 

   —Bueno... Siempre he querido visitar el museo del Louvre...

   —Pues al Louvre se ha dicho.

   Harry sacó su mapa del bolsillo y lo desdobló. Después, me tomó de la mano y continuamos caminando hacia el museo.

Just Hug Me ♥ (One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora