Capítulo Nº 28

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   Tras aquel gran abrazo, nos dirigimos hacia la puerta de embarque para tomar el avión. Suspiré varias veces e intenté pensar en cosas bonitas, como mi abuelo me solía decir cuando era pequeña y me mareaba en el coche. Y aunque parezca una tontería, funcionaba.

   Liam me sujetó del brazo y me acompañó hasta nuestro sitio. Estaba en la parte izquierda del avión, Ruth y Nicola se sentaron un sitio más atras, y Karen a nuestra derecha.

   —¿Estás mejor? —preguntó Liam.

   Yo iba con los ojos cerrados y las uñas incrustadas en el posabrazos, contando ricos Macarons por lo bajo.

   —Cien macarons, ciento un macarons, ciento dos macarons...

   —¿No... Noah...? —dijo Liam, riendo.

   —¿Eh? ¿Qué? ¡Ciento tres macarons¿Qué pasa? —dije confusa.

   —Digo que si estás mejor —repitió Liam.

   —Oh, claro... Pero en cuanto despeguemos...

   —Noah, ya estamos en el aire...

   —¿¡QUÉ!?

   Miré por la ventanilla y, efectivamente. Ya estábamos a gran altura.

   —¡Vaya! Se ve que contar macarons es efectivo.

   —¿Contar macarons...? Mejor no pregunto —dijo Liam riendo, aunque también algo descolocado—. Voy a ponerme los cascos, si no te importa.

   —Claro, como quieras —sonreí.

   Ya a la mitad del viaje, la azafata nos sirvió unos zumos gratuitos, y cuando estaba a punto de darle el primer sorbo al mío, una mano me tocó el hombro.

   —¿Noah? —dijo Nicola.

   Oh, Nicola. Aquella chica tan discretita.

   —Dime —dije con un tono de voz ligerísimamente borde, sin ni siquiera girarme.

   —Oye, quería disculparme por la pregunta de esta mañana... Llevo dándole vueltas un buen rato, y me parece que no ha estado nada bien por mi parte. Lo siento.

   ¿Se estaba disculpando? Ay, Dios. Y yo siendo borde con ella. Si es que siempre lo digo Noah, eres tonta. TON-TA.

   —Vaya... —dije girándome en seguida— No pasa nada, tranquila.

   —Eso espero. Entonces... ¿Arreglado?

   —¡Por supuesto, Nicola! —respondí sonriente.

   Aterrizamos sin problema, ya que yo iba medio dormitando. ¡Londres, al fin!

   Fuimos a recoger las maletas, y al salir de allí teníamos a un hombre al lado de um taxi esperando con un cartel en el que ponía escrito a mano "Payne."

   El hombre nos dejó con las maletas a la entrada de la urbanización, bastante cerca de la piscina y el bar.

   —Noah, ¿Te parece bien que te acompañe hasta casa? —se ofreció Liam.

   —Oh, ¡Claro! —asentí.

   Di dos besos a Karen, Ruth y Nicola, y me dirigí al mapa de la urbanización para mirar por dónde quedaba mi casa. No estaba lejos de allí.

   Durante el camino Liam iba hablándome, que si sus amigos, que si tenía que conocerlos, y qhe si eran majísimos. Yo tenía unas ganas tremendas de ver a Nat y Lea, para poder contarles todo lo ocurrido estos últimos días, y presentarles a Liam, por supuesto.

Just Hug Me ♥ (One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora