Capítulo 11: Mis latidos son más fuertes que mi voz

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Fedetteo – En línea

A veces recordamos con más fuerza precisamente aquello que nunca dijimos. Ahora que estamos más cerca uno del otro, quiero que no existan en tu interior palabras que se atoren en tu garganta, ya no quiero verte llorar. Confía en mi como yo lo hice contigo la primera vez.

11:57 PM

Lunática nada valiente – En línea

A veces al hablar de mi vida termino por romper a llorar, supongo que es así como empiezo a contar lo que realmente quiero decir... Llorar será inevitable, lo siento.

11:52 PM

Fedetteo – En línea

Está bien. Antes de desearte buenas noches, quiero decir que te quiero y... no consigo escapar del hechizo que esconde tu mirada.

11:53 PM

Lunática nada valiente – En línea

Gracias por estar ahí.

11:54 PM

Fedetteo – En línea

Gracias a ti por aceptar salir conmigo. Hasta mañana! Dulces sueños. PD: Las chicas del Studio no dejan de hablar de lo que hiciste hoy en el restó, quedaron muy conmovidas, jijiji.

11:56 PM

Luna apagó el teléfono, acomodó su almohada, apagó las luces y se arropó. Se quedó dormida al instante...

Estaba en un habitación blanca, enorme que se le hacía terriblemente familiar.

-Luna... -pronunciaron su nombre y la voz reverberó en todo el sitio.

-¿Matteo? -de nuevo la voz de Luna no podía escucharse.

-Luna...

La susodicha sintió una presencia a sus espaldas pero esta vez si pudo voltear a ver de quién se trataba.

Ahí, frente a ella estaba Matteo... ¿O era Federico? ¿Cómo saberlo, si eran exactamente iguales?

-¿Matteo? -quiso gritar- ¿Federico? -esta vez sí que logró oír su propia voz y se sobresaltó.

El chico se acercó y le sonrió. Le tomó de las manos y le miró fijamente a los ojos.

-Luna... -susurró alguien detrás de ella- Luna.

Ese alguien le abrazó por la espalda y el chico frente a ella comenzó a desvanecerse.

-Luna... Despertar y sólo pensar en ti, un deseo que me anima a vivir.

Luna sintió que su corazón daba una voltereta.

-¿Matteo? -preguntó y de nuevo, de su boca no salía ningún sonido y no pudo saber quién le abrazaba.

Luna despertó con la respiración agitada. Otra vez había soñado con el mismo escenario de la noche previa a su graduación y aquello la inquietó.

Se levantó y fue hasta la cocina por un vaso de agua. La casa estaba sola pues sus padres ahora vivían en la nueva mansión donde trabajaban. Su relación con Luna no había mejorado y ella no quiso irse con los Valente, decisión que ellos aceptaron sin chistar. Se podría decir que Luna ya era independiente, con los ahorros que tenía gracias al roller, podía sobrevivir, además que Mónica y Miguel le daban dinero cada fin de semana para gastos que Luna no podía cubrir.

Con tinta de agua clara (Soy Luna Fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora