Capítulo 9: Ni yo debo, ni tú puedes

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Jim y Yam llegaron al Jam&Roller con Nina una hora después. Gastón, Ramiro, Delfi y Jazmín tardaron más debido a la Universidad. Todos ayudaron a llevar las pizzas a un rincón de la pista, sobre una mesa donde reposaban recipientes de bebidas frutales y un montón de vasos de plástico. Ramiro se encargó de poner música y una vez que terminaron de comer, decidieron recordar viejos tiempos... Todo mundo corrió a ponerse los patines y la pista se llenó de giros y volteretas, trucos y cargadas.

Luna Valente era la única que no se unió con ellos, prefirió quedarse con Federico a observar sus compañeros que estaban más que felices por volver a hacer lo que tanto amaban.

Simón de vez en cuando miraba hacia las gradas, se sentía sucio. ¿Cómo pudo ser capaz de aprovechar que Luna volvía estar sola para entrar con total sigilo a su corazón? Y eso no era todo, el haber ido con Ámbar más allá de un beso que correspondió con tanta necesidad, le revolvía el estómago, no porque no le haya gustado... Más bien porque la rubia seguía siendo la misma persona de siempre, calculadora y manipuladora, sobre todo inteligente para lograr lo que quería y el hecho de que Simón estuviera dentro de su jugada le hizo confundirse. ¿Realmente Ámbar quería algo con él, o lo estaba convirtiendo en su marioneta para quitarlo del camino de Luna y que tuviera contacto con Federico? ¿Y si su plan era volver loca a Luna condenándola a ver la cara de Matteo en otro cuerpo? Simón siguió patinando y se cruzó con Ámbar. La rubia le guiñó un ojo y se mordió el labio inferior. Maldita Ámbar.

-¿Viste mi mensaje donde te dije que encontré videos de ti cantando y bailando? -Luna asintió, Federico se acercó más a ella para que le escuchara más fuerte pues el volumen de la música estaba muy alto- en realidad ahí bailabas, cantabas y patinabas. Es una lastima que no pueda verte hacerlo. ¿Por qué no estás en la pista?

Luna agachó la cabeza.

-Ya no es lo mismo. Mi pareja de baile se fue.

Federico se golpeó la frente.

-Lo siento, no quería...

-Descuida. -Luna sonrió a medias.

-¿Entonces no vas a patinar con ellos?

Luna negó con la cabeza.

-Bien. Ven conmigo, no quero que te quedes aquí triste. Apuesto que se pasarán todo el tiempo patinando. Anda.

Federico le tendió la mano a Luna, ella la tomó y el chico ayudó a levantarse.

-¿A dónde vamos? -preguntó Luna una vez que salieron del Roller.

-A noche te dije que un poco de música no te hará mal. Cuando terminan las clases nos quedamos unas horas extra para practicar así que si nos damos prisa llegaremos a tiempo.

Federico y Luna abordaron un taxi directo al Studio 21.

A lo lejos se escuchaba una voz muy bonita.

-Es Vilu, mi amiga. -dijo Federico. Luna creyó que él podía leer sus pensamientos.

Federico llevó a Luna donde su amiga estaba cantando, resultó ser el mismo lugar donde Ludmila Ferro rechazó la cajita de almuerzo.

La chica dejó de cantar y Federico aplaudió.

-Ven Vilu, quiero presentarte a alguien.

Vilu bajó del escenario.

-Ella es Luna Valente, la chica delivery. Luna, ella es Violetta Castillo, creo que ya se han visto un par de veces. -dijo Federico.

-Sí, mucho gusto. -sonrió Violetta, le dio la mano y Luna correspondió al saludo.

Con tinta de agua clara (Soy Luna Fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora