Capítulo 29: Silencio eterno

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A Matteo Bellini nunca le pareció tan tétrica la melodía que había seleccionado para las llamadas entrantes, hasta ese preciso momento, en el que su móvil vibro a un compás más acelerado. En la pantalla no aparecía un número, pero él y Aida bien sabían que se trataba de esas personas que habían secuestrado a Luna, hecho que fue presenciado por Ámbar Smith que estaba a unos metros de ella aún conduciendo su auto. La rubia tenía el deseo de actuar como en las películas... De repente estacionarse frente a una persona y bajar los lentes de sol a la punta de la nariz para decir <<súbete>>. Ella iba a recoger a Luna al aeropuerto.

-¿Diga? -contestó Matteo en español. Puso el altavoz. En él habitaba toda clase de desesperación e impotencia. 

El imaginar en qué condiciones tenían a su Luna, le erizaba la piel. El chico fresa rogaba en sus adentros que no le fueran a poner una mano encima. Se maldijo mentalmente por pedirle que se fuera, se sentía el culpable número uno. ¿Pero a caso alguien pensó que aquello fuera a suceder? Él quería protegerla precisamente de esas personas aunque tuviera que romperle el corazón.

-¿Matteo Balsano? -sí, era la misma voz que les llamó luego de la visita de los diplomáticos.

-Bellini -corrigió Aida que estaba junto a Matteo. Federico se sentó en una orilla de la cama de su gemelo. Estaba pálido.

-¡Oh, mi bella Aida! Verás, querida, te dejaste guiar por el pánico -rio aquel hombre- te mandé a decir que quería negociar contigo, incluso te lo dije yo mismo. ¿Y qué sucedió a continuación? Bueno, estoy seguro que te pusiste como loca, armaste conjeturas porque tenías miedo de que le hiciera algo a tus hijos, encima los estúpidos diplomáticos te asustaron con sus teorías, cosa que no debiste hacer. Cuando dije que en la habitación setenta y nueve había alguien que me interesaba, no me refería a los gemelos exactamente. Sólo alteraste el plan y no hay vuelta de hoja. No me dejaste negociar, explicar mis verdaderas intenciones. Ahora que tengo en mis manos a Sol Benson y Sharon Benson lo sabe, no queda de otra, tendré que acatar su orden.

Matteo sintió que una piedra le bajaba por el esófago y caía en su estómago. ¿Había mencionado a Sol Benson? ¡SOL BENSON! De inmediato su cabeza empezó a trabajar y a recordar la conversación más cercana donde escuchó ese nombre... Fue en el hospital, cuando Luna se desmayó y Simón comenzó a interrogar a Ámbar porque sin querer había dado indicios de que Luna era esa niña perdida durante el incendio de la mansión Benson.

<<Y si lo es ¿A ustedes qué les importa? De una vez les aviso, no quieran saber más sobre este tema, no intenten si quiera armar teorías, mucho menos mencionarlo a Luna, porque te juro, Matteo, que Sharon Benson querrá desaparecerla del mapa para siempre si sabe que Luna descubrió ser Sol Benson y no querrás quedar viudo antes de los veinte>> con ello había concluido Ámbar la conversación.

Entonces ¿Luna realmente era Sol Benson? ¿Los sucesos raros que la relacionaban con la mansión no eran simple coincidencia? Pero Luna no se había enterado de que era Sol Benson... ¿Entonces,qué orden dio Sharon y por qué?

-¿Quién demonios es Sol Benson? -preguntó Aida con desdén.

-Luna Valente, la chica de tu hijo el ciego. Ay, Aida... Si tan sólo hubieras esperado a que habláramos frente a frente... Te juro que quería llegar a un acuerdo contigo pero actuaste justo como no quería y ahora estoy apuntando a la cabeza de Sol Benson con un arma de fuego porque su loca tía me está observando muy de cerca.

-¡Maldita sea! ¿QUÉ SIGNIFICA TODO ESTO? NO TE ATREVAS A TOCARLA O...

-¿O qué? -interrumpió aquel hombre a Matteo- mira, Bellini, yo nunca quise tocarle un solo pelo a tu chica desde que me enteré que estaba relacionada con ustedes. Iba a negociar con tu madre, ya lo repetí un montón de veces, deseaba llegar a un acuerdo con ella y buscar una solución para no matar a Luna... Sol, como sea que se llame, porque no somos tan malos. Por ejemplo, hace diecinueve años nos dieron la orden de asesinarte a ti y a tu hermano pero preferimos ponerlos en adopción. Y esta vez, Sharon Benson nos contactó para matar a su sobrina porque ya es mayor de edad y tiene todo el derecho de reclamar su herencia, y no quiere que viva lo suficiente para saber que su propia tía planeó el incendio para asesinarla a ella y a sus padres, aunque es una excusa porque en realidad me está chantajeando.

Con tinta de agua clara (Soy Luna Fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora