Capítulo 26: Estoy contigo

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-Hicimos una serie de estudios y análisis. La paciente está bien, desmayó porque su cuerpo colapsó debido a estrés, falta de sueño o exceso de trabajo. Sólo fue un episodio.

Matteo suspiró aliviado, aunque la cara de la médico seguía demostrando un gesto de malas noticias, supuso que se debía a otros pacientes.

-¿Puedo entrar a verla? -preguntó el chico fresa.

-¿Qué es de ella? -la medico le miró por encima de sus anteojos.

-Soy su... -no quería decir que era su esposo, seguro se reiría de él, además no iba a ser creíble- su novio.

-¿Y los padres?

-Murieron en un incendio, los adoptivos están en México, yo soy su prima -contestó Ámbar.

Simón arrugo la frente.

-¿Son mayores de edad? -la médico escaneó el rostro de los tres amigos.

-Así es -sonrió la rubia forzadamente.

-Está bien, pasa. Habitación novecientos siete -indicó la mujer a Matteo.

-Gracias.

Matteo caminó por todo el corredor hasta localizar la puerta novecientos siete. Giró despacio el picaporte y entró a la habitación, sonrió al ver que Luna estaba despierta.

-Caray Luna, nos diste tremendo susto -Matteo le abrazó y besó su frente.

-Lo siento... -Luna agachó la cabeza.

-Bien, prométeme que a partir de este segundo cuidarás más de ti, te alimentarás mejor, dejarás de ofrecerte para el delivery cuando es a Simón quien le toca ir y sobretodo, dejarás de preocuparte por tu ingreso al studio, has exprimido mucho de ti y mira, no quiero tenerte otra vez en un hospital.

-Está bien, lo haré...

Matteo le desordenó los rizos a Luna, acercó un taburete y se sentó cerca de la chica delivery. Tomó su mano entre las suyas y delineó su anillo de bodas, era tan fino y elegante que llegaba a desafinar con los demás accesorios que Luna solía llevar, pero era tan bonito, diferente y especial... Como Luna, era única entre todas las personas.

-Matteo... Yo... Llegué a creer que estaba embarazada -dijo Luna de repente.

El chico fresa se tensó y tragó en seco.

-¿Te imaginas si yo...?

-No puedes... No debes... Luna, si de por sí habernos casado es una locura, tener un bebé...

-¿No te gustaría ser padre?

-No... -confesó él con terror- bueno, sí... Algún día -se apresuró a decir al ver la expresión de desilusión de Luna- mira, aún queda mucho por vivir, Luna, apenas si eres mayor de edad. La palabra <<bebé>> es muy grande para nosotros. No quiero ser del montón de papás jóvenes que sólo traen niños a sufrir al mundo. Aunque estoy seguro que yo seré la excepción si llegase a suceder, que no creo, puesto que tengo un poco más de cerebro que la gente normal y criaría a una persona llena de valores.

-Presumido... Aunque tengas un poco más de cerebro sigues siendo un tarado -Luna sonrió divertida- bueno, no... -Matteo le enseñó la lengua- pero prométeme algo.

-Mmm...

-Tendremos tres hijos. Uno que se parezca a ti, otro a mi y el tercero que se parezca a los dos.

-Con gusto te los hago ahora, sólo que no te quiero ver atada a una bolsa llena de pañales y biberones cuando puedes traer tus patines listos para viajar e ir a hacer lo que más te gusta en el lugar que desees.

Con tinta de agua clara (Soy Luna Fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora