Capítulo 4

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El piso de arriba se veía bastante pequeño, era un pasillo y tres puertas nada más y en lugar de una pared, había una baranda que hacía el límite entre estar en el segundo piso y caer al primero; era de madera oscura y las puertas de color blancas. En los espacios en el muro en que estaban las puertas, había un par de cuadros pequeños, algunos crucifijos y rosarios colgados. Era relativamente común.

-A la izquierda- indicó Jack, guiándola a una de las puertas –Este será tu cuarto- él abrió la puerta para que ella pasara y para que Griffin pudiera meter la otra maleta. ¡Qué caballeros!

El cuarto era pequeño, muy, muy pequeño, pero acogedor. El muro estaba inclinado y Leda supo que eso era por la forma del techo y precisamente en medio había una linda ventana.

-Te dejo para que te instales- Jack llegó hasta la puerta y se volteó –Estamos en la habitación que está enseguida de las escaleras, por si necesitas algo

-Gracias- ella seguía viendo el cuartito y solo supo que se fueron porque se cerró la puerta

En el cuarto solo había una cama, una mesa de noche junto con un estante diminuto y en diagonal a la cama, una mesita con una televisión vieja. No había bombillos en el techo, la única fuente luz era: en el día la ventana y en la noche una lámpara situada en la mesita de noche.

La puerta estaba frente a la cama y quedaba un angosto espacio, entonces supo que ese era el lugar ideal para acomodar sus maletas. Las recostó en el piso y empezó a sacar algunas cosas y a acomodarlas en las mesitas y el estante pequeño. Para su suerte, pudo vaciar una maleta y guardarla bajo la cama para tener un poco más de espacio.

Miró el reloj de su celular y este marcaba la una de la madrugada. Mañana tendría que presentarse en la universidad a primera hora temprano.

Decidió ponerse el pijama y una vez puesto, se acordó del niño del aeropuerto. ¿Habrá resuelto su problema con su mamá?

Sobre la mesa de noche, había una hoja de papel en donde estaba la contraseña del Internet de la casa de Meridia, los números de su celular, trabajo y casa, el número de Jack, Connor, Griffin y Nicholas, rutas de transporte que podía tomar y otras cosas por el estilo; sin embargo, ¿Para que quería ella en número de Jack, Connor, Griffin y Nicholas? Bueno, se entendía que el de Jack porque vivía ahí y era para casos de emergencia por si Mery no contestaba ¿no?

Considero que era mejor que sobrara a que faltara y comenzó a guardar los números en la lista de contactos de su teléfono.

Una vez terminó, la llamó por medio de una red social. Timbró.

-¡Leda!- exclamó su madre eufórica -¡Ben! ¡Ben, es Leda!

-Mamá, cuando llames a mi papá a gritos asegúrate de alejarte un poco del celular- sobó su oreja –Acabas de dejarme sorda

-¿Cómo estas? ¿Qué tal el vuelo?- oía que susurraban entre ellos y supo que se peleaban por el celular

-Todo bien, los vuelos estuvieron tranquilos

-Ya sé que ibas en media noche- oyó a su papá

-Mamá pon el altavoz- sugirió –Mi papá también quiere hablar, revisa la pantalla del celular y ahí te dice que picar para usar el altavoz- se reía de la pelea que oía al otro lado del teléfono hasta que por fin pareció poner la opción del altavoz

-Listo, ¿si me oyes?

-Fuerte y claro

-¿Y la mujer como es?- preguntó su mamá

I R R E A LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora