❝Podría haber pensado que se trataba de una broma, pero no fue así.❞
Park Jimin escapa de su casa luego de tener una fuerte discusión con su madre. Como resultado, acaba huyendo de un hombre que intenta asaltarlo, para terminar pasando una noche en...
Estaba sentado en una butaca mientras apoyaba mi cabeza en la palma de mi mano, miraba todo el teatro y por algún motivo me dio nostalgia el verlo de esta manera. Los segundos, los minutos y las horas pasaban, Jimin no aparecía por ningún lado y yo estaba comenzando a preocuparme. Su cumpleaños se acercaba y temía por su vida.
Su cumpleaños... Pensé. ¡La casa de música!
Me levanté como pude del asiento y fui detrás del escenario. Saqué de donde tenía guardado cosas que probablemente me serían útiles algún día una botella de vidrio vacía, la tomé y la miré.
Me servirás de mucho, me dije mientras la acariciaba suavemente.
Inhalé y exhalé un par de veces, comencé a subir los escalones hasta llegar a la puerta de la sala. La abrí y luego salí de allí.
Intentaba caminar con cuidado entre la gente, no quería que me vieran así, me avergonzaba. Algunas personas murmuraban cosas desagradables sobre mí y había otras que se preocupaban, como por ejemplo, la niña que me dio una moneda y me dijo "Cómprate algo rico" y me sonrió. Yo también le sonreí y le di las gracias, pero no quería decirle que no alcanzaba ni para comprar un caramelo.
Llegué hasta el local y había un cartel que decía "cerrado" pegado con cinta adhesiva en una de las puertas. No había nadie en la calle, dentro estaba completamente vacío y las luces apagadas.
Estaba a punto de hacer una locura.
Levanté el puño y, con la mayor fuerza posible, lo impacté contra el vidrio.
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POV Jimin
11 de octubre.
—Ella es, saluda, Jimin. — Dijo mi madre con cierto entusiasmo.
Habíamos venido al café de la plaza, era uno de mis lugares preferidos para tomar algo de vez en cuando, pero por lo general siempre había mucha gente.
Hice una reverencia y aquella persona hizo lo mismo. Le estreché la mano.
—Jimin, un placer.
—¡Haneul, el placer es mío! — Tomó la mía y la apretó fuertemente.
Su pelo era de tonos castaños, estaba por los hombros y sus ojos eran marrones y grandes. Era una mujer hermosa, pero no era de mi preferencia.
Luego de un rato esperando en la puerta para que se desocupara alguna mesa, un camarero nos dijo que podíamos pasar, mi madre se sentó en frente mío y Haneul a mi lado. Tenía su rostro en su mano y su codo apoyado sobre la tabla de madera, estaba mirándome.
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