❝Podría haber pensado que se trataba de una broma, pero no fue así.❞
Park Jimin escapa de su casa luego de tener una fuerte discusión con su madre. Como resultado, acaba huyendo de un hombre que intenta asaltarlo, para terminar pasando una noche en...
Extrañamente desperté a casi diez metros del lugar donde me emborraché, tenía un dolor de cabeza insoportable y no recordaba nada de lo que había sucedido la noche anterior.
El cielo estaba nublado y hacía muchísimo frío, tenía que regresar al teatro a buscar algún abrigo o manta. Revisé mi muñeca para ver la hora en el reloj de Jimin, pero no estaba ahí. Intenté mantener la calma mientras lo buscaba por mis alrededores... Nada.
Me levanté del suelo y comencé a caminar hacia donde estaba ayer, no había ni rastro de él y estaba comenzando a preocuparme. Para colmo, la bebida que Hoseok me había dado tampoco estaba, definitivamente, me habían robado. Sabía que no era buena idea beber con ellos, ¿por qué lo había hecho?
Volví hacia el hospital, decepcionado de mí mismo por mis estúpidas decisiones. Me senté en el suelo a unos metros de la puerta principal y volví a preguntarme cómo había aceptado la propuesta de anoche.
—Sabía que estarías aquí. —dijo Hoseok mientras esbozaba una sonrisa. —¿Qué tal te encuentras?
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—Estoy bien... Gracias. —Intenté ocultar mi muñeca de la forma más disimulada posible.
—Me alegra saberlo. —Hoseok tenía unas mantas apiladas en sus manos, las cuales me entregó. —Creí que te serían útiles.
Nuevamente, le agradecí durante un tiempo hasta que entró al hospital. ¿Por qué era tan amable conmigo? Muy pocas personas se comportaban de esa manera hacia mí.
Luego de aquel inesperado regalo, tomé una de las mantas y la coloqué sobre mis piernas. Suspiré, no había notado que no traía el reloj. ¡Soy un irresponsable de mierda!
Ahora tenía que tomar una decisión: o quedarme aquí hasta que Jimin esté bien, o volver al teatro y esperarlo allí... Si es que vuelve.
No volverá, no te molestes en quedarte aquí.
Cállate.
Levántate de ahí y ve al teatro, podría haber sucedido algo.
No, debo esperar a Jimin.
¿Acaso es más importante su vida que el lugar donde siempre estuviste a salvo? Eres un ridículo.
Claro que lo es.
Vamos, camina. No pierdas tu tiempo.
Chasqueé la lengua y me levanté del suelo, tomé lo que me había dado Hoseok e intenté memorizar el camino por el cual llegué aquí. Le había hecho caso a mi propia consciencia, ¿por qué?
Y nuevamente, las miradas de todos se posaban en mí. Personas que se alejaban de mi lado y susurraban a mis espaldas, yo era "el rarito", "el drogadicto". Ahora sé por qué en el teatro me sentía a salvo.
×××××
Finalmente, pude visualizar el teatro luego de caminar unos cuantos minutos, pero un fuerte dolor de estómago me dificultó llegar hasta las escaleras principales del lugar, pero lo logré.
Entré en la sala y comencé a sentir de nuevo aquel dolor, pero ahora en el corazón. Sus rojas paredes estaban ahora llenas de graffitis, "no queda mucho tiempo" decía el menos apropiado de todos; el suelo del escenario parecía haber sido golpeado con un martillo y mis partituras eran ahora diminutos pedazos de papel.
Lo más preocupante de todo fue el piano, que, para mi tranquilidad, no había sufrido ningún daño, pero sobre las teclas de este había una nota.
"Dejaré esto para el final. Mientras puedas, disfrútalo. No soy tan cabrón después de todo, ¿o sí?"
No negaré que sentí una espantosa sensación en mi pecho, pero simplemente la ignoré. Al fin y al cabo, es un simple pedazo de papel.
No, no lo es.
Hola! Disculpen la longitud del capítulo, no me quedó cómo esperaba, pero de todas formas espero que les haya gustado. Saben que si hay alguna cosa que esté mal, me lo pueden decir a través de los comentarios.
Aprovecho para decirles que el domingo, 11 de diciembre, habrá maratón 😊 Por ese motivo, no estaré subiendo capítulos en lo que queda de esta semana y la otra, quiero prepararlo con paciencia y tiempo para que queden lo mejor posible. Gracias por leer! ❤
