28 de octubre
POV JiminColoqué la llave en la ranura y di dos vueltas, entré y luego la cerré. Avancé hacia unas largas escaleras y subí sin decir ni una palabra. El silencio se rompía con los molestos sonidos de mis pisadas en cada viejo escalón de madera, las paredes estaban llenas de telarañas y la mínima fuente de luz pasaba por la ranura de la puerta de arriba.
Al llegar al final tomé el manubrio y, para mi sorpresa, esa puerta estaba abierta.
La habitación a la que entré estaba muy organizada: todo los objetos estaban en su lugar y no había ni una sola mancha de suciedad. Lo único que me causaba náuseas eran unas extrañas fragancias mezcladas con restos de humo disperso en aire, probablemente proveniente de un fumador.
Pero, ¿qué era este lugar y qué hacía yo aquí?
Un instinto me llevó a revisar las cartas que guardé (solo aquellas que tenían datos que consideré importantes) y es dónde encontré un sobre de hace un mes que nunca abrí, con el remitente como JJK:
878 하나길
35°5'38.734"N 129°3'14.374"EMás números y coordenadas que llevaron mi curiosidad hasta ahí... de forma literal. El frente de la casa era color azul claro, estaba muy desgastada y había una tienda debajo de esta; el lugar no era para nada atractivo.
Sentía miedo, nudos en mi estómago y garganta, pero la cobardía no iba conmigo del todo, no tuve más opción que desafiarme a mí mismo e ingresar. Y aquí estoy.
Comencé a recorrer cada una de las habitaciones. Podía asegurar que todas eran universos distintos, pero con los mismos tonos de oscuridad y horror.
La primera era una pequeña biblioteca, con estantes que contenían libros bastante antiguos, pero conservados en excelente estado.
Con solo tomar dos o tres de estos, deduje, por la cantidad de páginas (que eran alrededor de 10), que no lo eran. Mi sospecha era cierta y peor de lo que pensaba, eran los diarios del asesino.
"Min Yoongi, lo mío no está bien visto, jamás lo estará, ser un asesino y homosexual a la vez es un crimen que ni la muerte será suficiente para pagarlo. Por este motivo, con mi corazón latiendo a mil, vuelco en estas páginas los pensamientos más retorcidos de mi mente. Si algún día ves esto, no tengas miedo, es más, alégrate de que por fin alguien te ama más que a sí mismo.
Hoy mismo te conocí, Min, y ya me tienes loco.
Me importa más morir por amarte que por matar.
Algún día quisiera que conocieras mis sentimientos y, como soy capaz de realizar atrocidades, ¡qué mejor que dejarlas registradas aquí!
Te dedico todo esto a ti, mi deseo prohibido."Era lo único legible ya que las demás páginas de todos los cuadernos no parecían estar escritos en coreano.
El reloj corría, 23:37 pm y sin cartas hasta ahora. Debía apresurarme a revisar las demás habitaciones para encontrar más contenido y comprender este tormento que no me deja en paz.
La siguiente habitación fue la que consideré como la más tétrica. Una gran foto mía sobre una mesa decorada meticulosamente con flores, velas y demás adornos, además paredes llenas de oraciones y figuras religiosas.
Me costó mucho poner un pie en aquella sala, quién sabe qué clase de maldición podría haber allí.
Luego de dar tres pasos, pisé un cuadro que estaba en el suelo. Su vidrio protector estaba hecho trizas y la foto que este contenía, cubierta de sangre. Lo único que alcancé a ver fue el rostro de Yoongi.
Cuando levanté mi mirada, esas y un montón más aparecieron colgadas en las paredes; algunas tenían sus bordes quemados y otras estaban completamente rotas, pero mi foto era la única que estaba sana.
Salí rapidamente de allí y me dirigí al dormitorio, hasta ahora la habitación más normal sin contar los innumerables instrumentos ilegales que se encontraban en una especie de tocador: veneno, armas, sogas, entre otros.
Detrás de todo eso había más fotos mías de una vez que visité una cafetería con Taehyung, de Jungkook al desnudo. Sí, todas de él. No era algo que mis ojos quisieran apreciar.
Me retiré disgustado de ahí y me dirigí hacia la última habitación: la cocina, de la cual emanaba ese desagradable olor a humo y podrido.
Con una mano sobre mi nariz y boca, ingresé. Revisé de a poco todas las cosas que había en la estrecha habitación. Dentro del lavaplatos había un trapo lleno de líquido oscuro y viscoso que, con el paso del tiempo, se fue destiñendo. El rojo recorrido que este realizaba finalizaba en el desagüe.
Gran sorpresa la que me llevé cuando miles de hojas escritas y un muñeco con lana en su cabeza aparecieron quemados sobre una hornalla. Y más grande aun fue cuando supe que los papeles eran parte de los diarios de Jungkook y todos hablaban de la misma persona que, a su vez, era la que representaba aquellos retazos que conformaban a Min Yoongi versión vudú.
Tomé una hoja que no llegó a incendiarse.
"Min, espero que ardas en las llamas del infierno".
La dejé en su lugar y proseguí a revisar dentro del horno. De allí provenía un olor asqueroso y, al abrirlo, me encontré con lo que jamás pensé que vería.
Un cuerpo en descomposición.
Mi reacción ante eso fue tan rápida que no pude ver con claridad de quién se trataba, pero una idea se formó en mi cabeza. Ahora solo sentía como las naúseas se apoderaban de mí, tanto que no resistí y expulsé todo en el centro de la cocina. Ahora tenía todo ese líquido en mi playera y zapatos.
Decidí correr de ese lugar y, al disponerme a bajar el manubrio de la puerta de entrada, alguien detrás ya lo había hecho por mí.
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31 days | a yoonmin fanfiction
Fanfiction❝Podría haber pensado que se trataba de una broma, pero no fue así.❞ Park Jimin escapa de su casa luego de tener una fuerte discusión con su madre. Como resultado, acaba huyendo de un hombre que intenta asaltarlo, para terminar pasando una noche en...