❝Podría haber pensado que se trataba de una broma, pero no fue así.❞
Park Jimin escapa de su casa luego de tener una fuerte discusión con su madre. Como resultado, acaba huyendo de un hombre que intenta asaltarlo, para terminar pasando una noche en...
Me senté en el frío suelo, cerré mis ojos ya cansados y alcé un poco la cabeza. Eran muchas las emociones que recorrían mi cuerpo, estaba perdiendo mis fuerzas, la preocupación me atormentaba.
Si esto saldría bien o mal... Bueno, no lo sé. No consigo pensar en tantas cosas al mismo tiempo.
Tiene que ser perfecto, no puedo cometer ni siquiera un error. Dos meses planeando esto son más que suficientes para alcanzar mi objetivo.
En ese momento comencé a recordarlo todo, desde el día en el que lo vi por primera vez hasta el último paso que dio frente a mis ojos. Me acordé de su mirada y todas mis emociones empezaron a volverse locas, provocándome un cosquilleo en el estómago.
Al verlo sentí una gran necesidad de tenerlo a mi lado. Ha estado sentado ahí por veinte minutos y, durante todo ese tiempo, yo solo tenía ojos para él.
Bajaba la mirada, sonreía, lo miraba de reojo, mordía mi labio y me sonrojaba. Todo con solo verlo.
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Él era todo lo que quería, todo lo que necesitaba. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, y todo por su culpa.
No sabía que me estaba sucediendo ni como frenarlo, todo parecía un sueño.
Saqué mi celular y le tomé una foto, la cual quedaría guardada durante toda mi vida y le pediría a mis familiares que me enterraran con ella.
Algo cambió en mi desde ese día. Cuando se fue de la cafetería, sentí una sensación de vacío, de tenerlo, de hacerlo mío, de cambiar toda mi vida por una persona, de despertarme todas las mañanas con él.
No sabía cuan loco y peligroso me volvería.
Sonreí ante su foto en el altar.
-Jimin, ese día fue espléndido, ¿no es cierto, mi amor? -Pasé mi dedo por el marco de la fotografía. -Eres como una pintura, una bella pintura, alguien surreal. -Me reí muy fuerte, era divertido hacer esto- Mañana nos veremos, ¡eso es asombroso!
Una imagen vino a mi mente: Jimin con otra persona que no sea yo, Jimin besándose con otra persona que no sea yo, Jimin en la cama con otra persona que no sea yo. Me daba rabia, ira, furia, y todo porque no podía estar conmigo.
Me levanté del suelo y comencé a gritar, a llorar, no podía estar pasando esto, estaba llevando mis ideas al extremo. Sabía que estaba loco, sabía que era un enfermo, ¿por qué lo hacía? He cometido muchos asesinatos por él, he ido a prisión, escapé de ahí para buscarlo, lo rastreé durante mucho tiempo, ahora no me iba a quedar de pie sin hacer nada, no cometí tantos errores para recibir nada a cambio.
