15 (parte 2)

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/!\ ATENCIÓN /!\
Este capítulo contiene pensamientos y escenas... ¿retorcidas?. Queda a tu elección leerlo o no.

16 de octubre

POV Jungkook

A medida que los minutos pasaban, mis latidos incrementaban su velocidad, sentía que mi corazón estaba a punto de explotar por la ansiedad. No faltaba mucho para el gran momento, solo debía esperar un poco más y todo pasaría.

Quizás muchos no comprenderán el por qué de estos actos, estar enamorado quiere decir muchas cosas para mí, y una de ellas es obsesión. Todos creen que esta "obsesión" por Jimin es una locura, mas para mí, es la forma de amor más grande que hay.

El sonido de mi pequeño reloj era lo mismo que una tortura, mordía mis uñas con desesperación, el tic-tac hacía que mi cabeza doliera. Quería llorar, quería gritar, pero a la vez quería sonreir.

¿Que qué iba a hacer? Fácil. Lo engañaría para atraerlo hasta mí y luego llevarlo conmigo a un lugar en el cual los dos ansiamos estar, un lugar retorcido y tétrico, donde solo se pudieran ver nuestras siluetas bañadas en sangre. Al principio no le gustaría, pero con el paso del tiempo se convertiría en otra persona y disfrutaría de todo lo que tengo preparado para él. Lo mejor de todo esto es que nadie podría separarnos ni vernos, sería como un sueño infinito, pero real.

Me encontraba sentado en un escalón del teatro al que Jimin siempre concurría, no tenía ni idea de lo que allí hacía. Un segundo después oí una melodía proveniente de un piano.

—¿Toca el piano? Tengo que anotarlo. —Busqué por mis bolsillos un bolígrafo que él había dejado caer hace un tiempo en un café. —¡Mierda, no la traje!

Me puse de pie y limpié un poco mi ropa. Escuché unos pasos que, con el paso de los segundos, se hacían más fuertes. Luego miré la hora en el reloj.

—19:17. —Tal y como había dicho.

Di media vuelta y sentí como el aire me faltaba, mi corazón latía con fuerza y en mi estómago se revolcaban mil cosas. Una sombra se podía ver a través de la entrada principal, se podía notar una sonrisa en su rostro.

Al salir, él bajó las escaleras lentamente, me miró de reojo y continuó su camino. Caminé hacia él intentando controlar mis emociones, toqué su hombro y tomé una gran bocanada de aire.

—Disculpa, ¿sabes si hay algún kiosco cerca de aquí? —Dije de manera rápida, estaba muy nervioso.

—Claro, mira... —Tomó mi hombro y señaló a una calle vacía. —Tienes que girar en esa calle a la izquierda, ahí debe haber uno.

Reí un poco por lo bajo. Lo tenía a centímetros de mí, era el momento ideal para llevar a cabo el plan.

Lo tomé de la cintura y lo atraje hacia mí, me miró un poco incómodo. No podía reconocerme ya que llevaba una capucha y a esta hora estaba muy oscuro, agregando que las luces de la calle no funcionaban.

Cada vez apretaba con más fuerza su cintura. Él intento zafarse de mi agarre, pero no pudo. Jimin comenzó a desesperarse.

—¡¿Qué mierda haces?! —Quité mi capucha y una mirada seria apareció en mi rostro, para luego sonreir como nunca.

—Ah... Jiminnie, en un rato nos divertiremos mucho. —Eso fue lo último que dije antes de cubrirle los ojos con una de mis manos. Él comenzó a mover su cabeza de forma bruta y a gritar, así que con la que estaba libre tapé su boca. —Cállate.

Pasé una de mis piernas por delante de la suya y tiré hacia mí, haciéndolo caer al piso, mas sus gritos no fueron callados, por lo que me saqué mi abrigo y lo coloqué en su boca. También quise amarrarle los brazos con unas sogas que tenía dentro de mi pantalón, pero Jimin logró escapar.

Yo empecé a correr detrás de él, lo hicimos durante treinta segundos alrededor de la calle hasta que Jimin paró de correr, agradecí que hiciera eso ya que sentía como mis piernas dejaban de responderme.

Él estaba en el suelo a punto de llorar, por el contrario, yo seguía en pie. Si yo descansaba Jimin recuperaría fuerzas para irse lejos de aquí y hacer de mi plan una puta basura, pero ahora no tenía otra opción.

Lo vi luchar por levantarse del suelo, me miraba con miedo, tristeza y dolor. No podía verlo de esa forma, pero en estos momentos solo me importaba mi felicidad. Cerré mis ojos a la vez que introducía una mano en mi pantalón, saqué mi pistola (la cual tenía solo dos balas), apunté a donde yo creía que él estaba y, sin pensar en nada, apreté el gatillo.

Oí el fuerte grito de Jimin y abrí mis ojos. Se estaba tomando el brazo con fuerza mientras caía al suelo. Me acerqué hacia él con lentitud, sin expresión alguna.

 Me acerqué hacia él con lentitud, sin expresión alguna

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—Te he dicho que te calles. —Dije para luego aplicar un golpe algo fuerte en la parte derecha de su cuello.

Jimin permanecía inmóvil sobre un pequeño charco de sangre, poco a poco recuperaba el control de mis piernas y mi fuerza. Agarré a Jimin del brazo que no había recibido la bala y lo llevé hacía un callejón que se encontraba cerca de aquí.

Coloqué su cuerpo de manera que quede sentado, me acerqué a sus labios y los besé con lentitud, seguía haciendo lo mismo mientras bajaba por su cuello hasta llegar al lugar de impacto de la bala, el cual lamí completamente.

Saqué de uno de mis bolsillos un pequeño frasco de vidrio —que estaba un poco roto— y el filo de un sacapuntas. Hice una pequeña abertura en su brazo y coloqué debajo el frasco, apreté la herida y comenzó a salir su sangre de ella.

Al terminar de llenarlo, metí en mi boca un poco de esta sin tragarla, empecé a hacer gárgaras con ella y luego besé a Jimin de una forma más placentera y violenta. En medio de este bebí la sangre y continué con el beso. Esta era una de las experiencias que jamás olvidaría, era tan rara pero a la vez se sentía tan bien.

—¿Te gustó? —Le pregunté. No obtuve respuesta. —¿Quieres más...? —Seguía sin responderme. —¡Puto noqueado, despierta! —Le pegué una cachetada en su mejilla, dejándola de un leve color rojo.

Pasé mis manos por debajo de su camisa, llegando al lugar donde se encontraban sus abdominales. "Maldición, esto es genial" me repetía a medida que se desplazaban por toda su piel, pero me asombré un poco ya que no notaba su respiración.

Mi plan había salido a la perfección.

Estaba a un paso de ser lo que siempre quise, de estar a su lado para siempre, de vivir una vida llena de aventuras y placeres. La poca sangre que quedaba en el frasco fue derramada en mi cuerpo, la sensación de su líquido cayendo en mí era como estar en el cielo.

Al finalizar, me recosté en sus piernas mientras miraba la estrellada noche. Sonreí por unos minutos imaginando el bello paraíso que me esperaba, en él estaba Jimin.

Tomé mi pistola, miré a Jimin y, con la única bala que quedaba, la introduje en mi boca y apreté el gatillo.

En tres segundos pude sentir como la sangre se desplazaba por mi rostro

Y como Jimin abría los ojos lentamente.

Hola! :) Espero que este capítulo les haya gustado y que haya valido la pena la espera. Lo hice con todo el esfuerzo que pude especialmente para ustedes ♡
Gracias por leer ^^
Pd. También espero que hayan entendido el final del cap. ;u;

31 days | a yoonmin fanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora