Extraña Obsesión. Joker Y Tu.

#01.

Observaba las paredes de mis oscura habitación, todas llenas con imagenes de él, algunas borrosas de camaras de seguridad, otras claras y definidas. ¿Tenía amigos?, Ninguno. ¿Familiares?, tampoco. ¿Que tenia?, a él, aquel desquiciado hombre de cabello verde llamativo, cicatrices e inumerables tatuajes, que lo hacian irresistible a mi mirada. ¿Acaso estaba mal enamorarse de los chicos malos?, entonces estoy bien jodida.

De día me encerraba en mi casa, practicaba con todos los cuchillos que compraba y algunas armas de fuego... De noche salía a Clubs a los que él frecuentaba, junto con mis cuchillos bajo el ligero que ocultaba mi vestido negro como la noche.

Nuevamente tome otro de mis ajustados vestidos, deje mi cabello suelto en ondas que me hacian lucir más atractiva. Salí de la casa caminando, amaba aquella ciudad de noche, olía el peligro en todos los lugares de Gotham, la población existente que caminaba por las calles de día, se ocultaban en sus casas a la noche. A excepción de mí.

-La, La La.- Repetía en voz baja mientras caminaba por una de las calles más oscuras, reí y me detuve a oler el peligro.

-Pero que tenemos aquí.- Oí una voz, reí nuevamente y me voltee.

-Nada que pueda darte cariño.- Seguí caminando pero su brazo me tomo con fuerza. Me arrastro hasta el callejon y comenzo a acariciarme haciendome sentir instantaneamente asco, deslicé mi mano subiendo mi vestido y vi como una sonrisa aparecia en su rostro... Oh el pobre no sabia que le esperaba. Saqué uno de los cuchillos y lo pegue contra la pared.

-A mi no puedes molestarme, idiota.- Lo tiré directamente a su pantorrilla izquierda viendo como caía del dolor, retrocedí y seguí caminando hasta que otra sombra apareció delante de mí.

-Que grandes habilidades, muñeca.- Esa voz era demasiado atractiva para ser real. Un escalofrío me recorrio, pero era uno agradable. Miré directamente aquellos ojos azules como el cielo e inmediatamente lo supe. Era él.

-Mr. J.- Me incline un poco como las desquiciadas princesas ante él.

- No es necesario hacer eso querida.- Extendió su mano hacia mi y la tome con mucho gusto. Oh, sus manos un poco cayosas me tomaban mientras me llevaba directo a un automovil morado. Entré en su auto y espere a que él lo hiciera. Dios que me claven un cuchillo ahora, no podía creer que el hombre de mis locuras estuviera a mi lado.

Primer cap!!.

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