Capitulo 3: Un muro me aplasta.

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Flashback de Katherine.  

Blup.

Notificación.

Celular en mano al 100%, doy un fuerte suspiro preparándome para lo que tengo que hacer. Ato mis cordones en un lazo bien ajustado.

Zapatillas deportivas. Listo.

Me ato mi cabello rubio largo en una cola de caballo para evitar que se introduzcan en mis ojos. Estiro una pierna inclinándome todo lo que puedo hacia la izquierda, luego a la derecha. Calentar siempre ha sido esencial para mí antes de correr igual si es solo...

Miro la pantalla de mi iphone7.

Unos 10metros.

Camino en esa dirección a ver si lo capturo. ¡Bien!

Unos 15 metros hacia adelante.

Para esa distancia ya estoy bajando las escaleras de mi casa de dos en dos prácticamente corriendo.

30 metros.

Corro a la puerta principal.

Aggg. Mierda.

–¡Mamá voy a salir!–Grito abriendo la puerta sin esperar una respuesta ya que nunca contestaba por estar ocupada trabajando en su oficina.

Salgo de mi casa y corro por la acera.

Solo un poco más, un poco más y habrá más.

Cruzo la calle hacia el parque del frente.

Levanto la vista y como siempre todo está desierto. El tobogán me recordaba a las veces que venía a jugar cuando era pequeña, recordando a mi mejor amigo de la infancia que siempre acudía con sus padres, antes de que todo se volviese complicado. La inocencia de la infancia nos hacía creer que los amigos duraban para siempre.

Vuelvo a la pantalla de mi celular y un pokemon aparece muy cerca. Genial.

Esta vez estoy corriendo todo lo que puedo, doy más de lo debería por solo un juego que hace unas horas había descargado por ser popular en las redes sociales. Pero ha atrapado mi interés y aquí estaba yo; corriendo para atrapar un pokémon.

Me encantaba correr, liberar todo los sentimientos con la brisa de los arboles acariciándome el rostro, era apasionante. Mientras yo lo hacía por pura pasión, otros se esforzaban para bajar de peso. Disfrutar del momento era el misterio para lograrlo. Cierro los ojos en un instante y todo ocurre sin darme cuenta de lo que sucede. Choco contra algo sólido, tropiezo hacia atrás y mis brazos se agitan en el aire: buscando un apoyo. Mi cabello entra en mis ojos, y cuando el muro me atrapa y estiro los brazos hacia adelante; me sostengo fuertemente, desestabilizandolo y llevándolo conmigo al suelo. Aplastándome.

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Prometo Fingir AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora