Un pasado olvidado.

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Cena con los black's

Me estaba mirando a través del espejo de cuerpo entero, de nuevo, con un elegante vestido rojo. Me puse recta con la espalda arqueada; observando cada detalle. La actuación no duraría mucho, sólo hasta media noche.

Regia, elegante, de alta postura, con un buen par de tetas para dar credibilidad a que Evan se fijaría en mí.

Oh, espera, están desparejas.

Acomodé el papel higiénico que estaba utilizando y rellené más la derecha. Usaría algodón pero se me agotaron, mandarinas no era una opción y sólo utilicé lo que estaba a mano.

Temía que ellos pudieran ver a través del vestido rojo brillante y las joyas que Evan compró para mí, y ver a una simple chica que estudia psicología y camina para llegar a la universidad, esa chica que es tan patética como para pensar en usar naranjas como relleno.

El vestido me había llegado en una caja esta mañana al igual que el collar de diamante que estaba luciendo.

Evan no me habló de su familia, tampoco lanzó alguna información encriptado sobre ellos. Hasta ahora sabía que querían manejar la vida amorosa de Evan y que alguna vez tuvieron un perro que abandonaron en la perrera, eso me decían que eran crueles, sin corazón. Pero no podía juzgar a una familia sin verdaderamente conocerlos.

Era la noche de la gran cena, y todo esto decidiría a partir de ahora lo que sería de mí con Evan. Ellos podrían rechazarme al primer bocado o a la primera impresión. Estoy casi segura que Evan haría lo mismo para impresionarlos, porque eso es lo que buscó desde el comienzo: tener una relación estable con una mujer y que ellos estén satisfechos.

No puedo negar que el vestido era impresionante, con un corte que empezaba desde mis muslos hasta mis pies. La espalda descubierta con dos tiras en forma perpendicular en el arco de mi dorso, terminaba sujetados en el interior de la tela en mi cintura. El zapato de quince centímetros de altura venía adjunto, negro como la noche y aterciopelado, combinando con todo.

Cuando leí la nota de Evan en la caja, me sorprendí cuando mencionaba que él los había elegido y que desde hace tiempo los tenía en la mira. No mencionó en la mira para quién pero tenía una idea de que este hombre no se impresionaba fácil.

Dejé a un lado mi humilde vestido que había elegido, porque mamá no paraba de hincarme con una aguja para que utilizara lo que Evan envió. Yo iba a agarrar la caja y decirle a Evan que lo meta donde no le alcanza el sol, pero la insistencia de mamá y su perorata de lo atento que era Evan y que lo consintiera e impresionara a su familia acabó con mi débil resistencia.

Sólo quería que la noche terminara en un satiamén, no estaba cómoda con mi papel de protagonista principal y ser el centro de atención.

No pregunté dónde iba a ser la cena, podría ser en su casa o en un lujoso restaurant.

No vi a Evan desde ayer por la tarde después de que me haya devuelto de la universidad sana y salva en su moto. Temía que me estuviera evitando después de lo cruda que fui la noche de la cita.

A pesar de todas esas miradas lascivas era lo mejor para ambos, hacer distancias, aunque me rompía el corazón en partes iguales.

Miré por la ventana hacia la calle abajo y vi una enorme y lujosa limosina Mercedes de color negro. En ese momento vi la cabeza de alguien emerger del asiento trasero. La oscuridad lo envolvía y las farolas de la calle hacia juegos con las sombras. Como si pudiera notar mi mirada en él, levantó la cabeza y miró directamente hacia mí. Evan me observaba con ojos oscurecidos, luego me guiñó un ojo y mostró esa pequeña sonrisa ladeada.

Prometo Fingir AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora