Evan miró por encima de su hombro y se hizo a un lado dejando al descubierto a la mujer del otro lado. En verdad era bonita con su cabello rubio liado en su juguetón dedo, su pose de modelo provocativa estaba hecho para eso ya de primer plano me di cuenta que esta era, probablemente, una del bando de Megan. La voz que estaba usando con Evan era tan obvia demostrando que quería que subiera a su cuarto, no solo a subir las cajas, si no que para otras cosas que implique no usar ropa.
La actitud desinteresada de Evan solo contribuía a su radical cambio. Demostrándome que si hubiera otra oportunidad esa era para él.
La chica de aparentemente mi edad, siguió su mirada y chilló.
–Ella debe ser tu hermana. Son tan parecidos.
El rostro semi sonriente de Evan cuando se fijó en mí, fue alterado por esa simple absurdez.
La chica saludó con su mano libre.
¡Que patética! Por Dios, una persona en su sano juicio se daría cuenta que no somos en nada parecidos. El cabello de Evan es negro y el mio rubio, sus ojos son grises, el mio de un azul oscuro; solo debe ser una rubia con complejo de idiota. Rodé los ojos. Eran en estos momentos que quería conseguir pintura para cabello y echármelo por todo el cuerpo y no solo en mi cabello.
Miré a Evan y me imaginé que era doloroso que te hagan recordar lo bueno de tener una hermana parecida y lo fastidioso que puede llegar a ser que las personas te lo digan constantemente. Pero eso era si aun teniendo a una hermana llegaría a pasar, de una forma que solo el vínculo entre hermanos puede entender. Él no podrá experimentar más eso, así como yo nunca lo experimenté.
–Espero que no te importe que utilice a tu hermano para ayudarme.
–No es mi hermana. –dijo Evan.
Su risita de disculpas me irritó.
–Oh, si es tu prima solo pudiste haberme dicho, tontito.
Irritable.
Bajé las escaleras con la mirada de Evan siguiendo cada paso que daba. Solo esperaba no tropezarme o resbalar, eso sería la vergüenza del año.
–No soy su prima.
Bajé toda confiada. Acercándome a él me puse a su lado.
–Cierto. –Secundó Evan, agarrándome de la cintura atrayéndome hacia su cuerpo. Me besó en la cien en un modo de marcar territorio, cuando se retiró me miró con sus ojos grises que parecían ver almas, viendo a través de mí–. Es mi novia.
Oh santo niño Jesús acostado en una cesta de mimbre.
Fue lo más dramático que había presenciado en mi vida. Si fuera real sería más que maravilloso. No es que quisiera, solo fueron palabras que animan a una persona, aunque si alguna vez fuera verdad...
Mierda. Que jodida cosas estoy pensando.
Sentí sus manos en mi espalda baja, en la curva de mi espalda. Quemando en mi piel como si no existiera ningún tipo de tela. La zona en donde dejó el cálido beso hormigueaba, como un rayo de electricidad que pasa a través de sus manos bajando a un punto en mi centro.
Su dedo hacía suaves círculos en mi blusa que eran como una segunda piel. Creo que exageré poniéndome ropas demasiado lindas para salir.
Miro a la chica que permanece anclada al suelo de mi porche, sus movimientos seductivos se detuvieron y su boca caía ligeramente abierta; si no lo cerraba pronto una mosca se metería allí.
ESTÁS LEYENDO
Prometo Fingir Amarte
RomanceTodo lo que puedo decir es que Evan Black es alguien con muchos misterios, a parte de ser un chico malo, con tatuajes en el pecho y la espalda; que lo dejan caliente, peligroso y prohibido. Pero no todo es perfecto, él tiene un pasado que ni su somb...