¿Qué mierda? ¿Cariño? ¿Sabía su apellido?
Me tensé, todo en mí se puso alerta. Solo pedía que sea lo que sea que haya entre ellos sea mentira, pero como siempre pido demasiado. No podría soportar que entre ellos hubiera algo.
Los gases de escapes flotaban en el aire manteniendo una atmosfera densa. Todo desde este punto se volvía espeso.
Megan se abalanzó hacia él y lo envolvió con sus tentáculos. La cercanía entre ellos hizo que mi estómago se revolviera. No podía soportar el momento que estaban compartiendo, a pesar de que él no levantó sus brazos.
Megan estaba increíble, como siempre. Como una modelo rubia australiana con sus piernas tonificadas al máximo, ni yo en un gimnasio lograría eso. Su falda dejaba poco a la imaginación y su top confirmaba eso. Sus tacones de aguja de quince centímetros la hacían ver superior.
Hasta que por fin se desprendió de Evan con un Plop.
Conmocionado, confundido y anonadado solo permanecía de pie con una marca de pintalabios en su mejilla.
–¿Nos conocemos? –Preguntó con inquietud y cautela.
Miré a Megan y su rostro decayó. Quería una cámara para grabar su expresión derrotada, pero así como empezó esa expresión se esfumó.
Una brillante sonrisa emergió. Bateó las pestañas.
–Estoy segura que me recuerdas, amor. La otra noche nos la pasamos tan bien ¿No lo recuerdas?
Mi estómago estaba lleno de plomo. Quería vomitar en ese mismo instante.
Miré a Evan, con suplica en mis ojos.
Poco a poco el recuerdo parecía proyectarse en sus vidriosos ojos.
Se apartó y se puso a mi lado. Me tomó de la mano y me atrajo hacia él.
–Lo siento no te conozco.
Lo dijo cortante. Me miraba a los ojos intensamente, esperando a que yo cooperase.
Megan se dio cuenta de mi presencia y me lanzaba dagas con los ojos.
–Megan ¿Cómo estás? Te presento a mi novio, Evan. –La osadía en mi voz era hipocresía de mi parte.
Miré a Evan y sus ojos se oscurecieron cuando dije la palabra "Novio"
Megan miró incrédula entre nosotros.
–Algún día podemos hacer una cita de cuatro, estoy segura que a Steven le encantaría. –lo dije determinada; a recordarle con quien ella estaba.
Y como si lo llamaran. Aparece detrás de Megan. Esto se estaba volviendo fastidiosamente divertido.
–Katy ¿Me llamabas?
Se puso alado de Megan, con su actitud demandante que por fuera no era más que un estuche. Su cabello rubio corto lo hacían ver como un ridículo universitario.
En realidad nunca supe qué le vi a Steven, era muy especial en aquel tiempo.
Ruedo los ojos.
–Piérdete Stev.
Al igual que el rostro de Megan sus ojos miran de mí a Evan y viceversa.
–Veo que me has superado demasiado rápido. –La voz de Steven sin una pizca de emoción.
La mano de Evan se tensa.
–Te superé en el momento que te acostaste con Megan.
Lo cortante era lo mío.
–Ya oíste a mi chica, ahora desaparece. –La autoritaria voz de Evan era una baja advertencia.
Por más que sea todo una mentira, por el momento me sentía una diosa con el dios griego más hermoso del universo.
Como si le hubieran quitado el juguete de las manos a Steven, da un paso al frente.
La mano con uñas rojas de Megan le impide dar un paso más.
–No vale la pena Steve. –le dice con antipatía
Cede.
Era como su perro faldero, que olisqueaba debajo de la falda de ella.
–Hablaremos luego Katy. –me dice Steven, como si yo no tuviera ni voz ni voto en su decisión. Pues claro que no hablaremos, puedo hacer lo que quiero cuando quiero y él no puede impedirlo como cuando estábamos en una relación.
Se da la vuelta y se va.
Uf, uno menos.
–Hablaremos luego Ev. –Le dice Megan, con un bateo de sus largas y postizas pestañas.
Se da la vuelta y se va.
Cuando desaparecen completamente, me aparto de Evan como si tuviera el virus de ebola.
Todo el sentimiento de tomar las sobras de los demás llega a mí. No me gustaba tomar la sobras de los demás y mucho menos de Megan.
Furiosa, me aparto.
Su sonrisa pasa de ser una fina línea.
Si no se daba cuenta de lo que ocurría era un idiota.
–Me dijiste que habías cambiado. Eres un idiota.
Me había jurado que era así y me encuentro a una arpía, mi peor enemiga, afirmando que tuvo algo con ella.
Mentirosos así se ven todos los días. Me di la vuelta apurando mis pasos hacia el edificio.
No podía ayudarlo después de esto. No lo haría solo para que me vea como una estúpida. No era tan tonta como aparentaba, y no lo ayudaría a cambiar su imagen de mujeriego si él no aportaba.
Holaaa... Gracias por sus opiniones en el Aviso anterior. Aquí está el resultado:
Redoble de tambores...
PROMETO FINGIR AMARTE! Gracias por sus votos y comentarios, han dado una esperanza a esta novela. Gracias de corazón.
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Prometo Fingir Amarte
RomanceTodo lo que puedo decir es que Evan Black es alguien con muchos misterios, a parte de ser un chico malo, con tatuajes en el pecho y la espalda; que lo dejan caliente, peligroso y prohibido. Pero no todo es perfecto, él tiene un pasado que ni su somb...