Me sentía vacía. Nunca antes me había sentido igual. Después de haber dejado a Ethan en un lugar de acogida para animales, con la promesa de volver, me di cuenta de que todo lo que tenía y lo que no, lo había perdido en un chasquido de dedos.
Opté por encerrarme en mi habitación; mejor dicho: La habitación de invitados en la casa de los Woods. Porque absolutamente nada me pertenecía, ni mi propia vida hasta el momento.
Recordé los momentos felices con Evan y no pude sonreír, incluso si recordaba sus bromas más graciosas, ninguna sonrisa venía, solo un dolor demasiado abrazador. Antes de conocerlo era fuerte ¿Por qué no podía serlo ahora? Él se llevó toda mi fuerza, se llevó mi corazón en una de sus cajas a la universidad de Jackson, solo que él no lo sabía y si lo hacía no le importaba.
¿Saber que éramos hermanos no le afectó en lo más mínimo como para mandarme un mensaje de texto y decirme que se iría? Yo nunca estaba vacía antes y obtener un efecto aplastante en el lugar que debería estar mi corazón, lo hacía más insoportable. Antes había tenido una esperanza, un sueño para mi futuro, ahora todas las razones o me traicionaron o se marcharon, puede que ambos.
No salí de la habitación por lo que fueron días, no estaba segura de cuánto. Pero la luz afuera de la ventana se iba y venía, al igual que Theo tocando la puerta y dejando comida para mí en la entrada. Yo no podía abrirle, aún no estaba fuerte para hacerlo. Y mientras más quería serlo más era débil por la falta de alimentos. No tenía hambre y no tenía una razón para comer. Todo dentro de mí estaba muerto y me refugiaba en la oscuridad de mi habitación. Entraba y salía de sueños que eran más que pesadillas. Sobre mi familia dejándome, sobre la muerte de mi pequeña hermana más que todo.
Evan era, estos últimos días, la persona con quien compartía todo. Se metió bajo mi piel como una aguja envenenada; y mi cuerpo en vez de rechazar el dolor, se acostumbró a él. Sus besos fueron como el antídoto perfecto para el efecto de la droga. Pero ahora, sin él, mi cuerpo se consumía lentamente hasta dejarme sin vida. Los clavos del dolor sellaron mi ataúd cuando se fue.
Nuestros celulares fueron el comienzo de todo. Él Samsung, yo iphone; curiosamente incompatibles, pero funcionales.
Estaba revolcándome en mi tristeza cuando tocaron, de nuevo, la puerta y gritaron: –¡Katherine!
No contesté.
–¡Quiero que me abras esa maldita puerta ahora mismo o yo mismo lo haré!
Las amenazas de Theo no surgieron efecto en mí. Y una voz femenina lo regañó.
Hubo silencio y agradecí por ello. Al parecer se habían rendido, yo ya no tenía caso. Después de lo que pareció un minuto en la cerradura se escuchó un click. Y la voz femenina dijo –: ¿Puedo pasar?
¡Laurence! Gritó mi conciencia, pero mi cuerpo no sentía la misma emoción. Me puse a derramar lágrimas contra la almohada mientras sus pasos silenciosos se acercaban.
La cama se hundió bajo su peso y sentí su mano apartándome mechones de la cara.
–Nena, lamento no haber estado aquí para ti, soy la peor amiga que existe. Pero tienes que comer... Ha pasado mucho tiempo.
Me senté en la cama y miré mis débiles manos.
–Yo... simplemente no puedo Laurence.
–Theo me contó hace un rato –pausó –todo. Han pasado tres días desde que llegué, tuve mis problemas que son pequeños en comparación con el tuyo. No quise hablar con nadie desde el lunes, yo estaba enojada. Pero no se trata de mí, sino de ti. Me preocupó no verte en la universidad.
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Prometo Fingir Amarte
RomanceTodo lo que puedo decir es que Evan Black es alguien con muchos misterios, a parte de ser un chico malo, con tatuajes en el pecho y la espalda; que lo dejan caliente, peligroso y prohibido. Pero no todo es perfecto, él tiene un pasado que ni su somb...