Emma's POV
El resto de la mañana fue igual de mala. En clase de matemáticas debíamos hacer grupos de trabajo y como de costumbre, en un abrir y cerrar de ojos, todos tenían con quien estar y yo era la única que quedaba sin emparejar, con lo cual una persona se tuvo que conformar conmigo, no sin antes suplicarle a la profesora de estar en un grupo de a tres y que ésta se negara.
Terminé con Simon Lowry como compañero de trabajo. Un chico carismático con casi todo el mundo, y digo casi todos porque, al igual que el resto de mis compañeros, no simpatizaba mucho conmigo o cualquiera de los ocho juguetes de la escuela entera. No era violento como Alex o equipo, simplemente apenas nos hablaba y si lo hacía, no era con simpatía. Encontrarme en la situación en la cual tenía que juntarme con él en las próximas tres semanas para preparar los ochenta ejercicios, literal, que la profesora nos había dejado para hacer, era una cosa más para agregar a la lista de "Razones Por las Cuales Golpear Mi Cabeza Contra la Pared".
Nos pusimos a trabajar en los primeros seis ejercicios de la primera de las cuatro páginas llenos de ellos. Nos salieron los dos primeros, que eran los más fáciles, pero a medida que avanzábamos, más complicados iban haciéndose.
Finalmente, y gracias al poder del más allá, el timbre sonó marcando el final de la hora.
Luego de ésta, tuve tres más, en las cuales me la pasé sentada sola en el primer banco del aula, prestando atención cuando debía, y leyendo un libro de relatos de Tolstoi en los lapsos de tiempo entre cada clase, mientras que los demás estudiantes se la pasaban hablando entre ellos, riendo y creando lazos.
Las doce y cuarto del mediodía llegaron rápidamente.
Las cocineras nos dejaban comer recién a la una y media, ya que ese era el horario en común entre todos los estudiantes de la escuela, el horario de almuerzo dictado por la institución para todos, al menos los lunes. Pero cómo yo salía una hora y cuarto antes, tenía la opción de irme a mi casa, almorzar allí y luego regresar directamente a las dos y media para las dos últimas horas del día. Era eso o quedarme en la escuela, donde nadie me quería, por dos horas y cuarto enteras, estando completamente sola por los primeros sesenta minutos, hasta que mi primo saliera de su clase de computación, a la una y media.
Prefería irme y comer cómodamente en casa.
Hice esto mismo y tuve un almuerzo acompañado de Breakout Kings, serie que fue injusta y frustrantemente cancelada luego de que la segunda temporada saliera al aire, y nos dejara al público con un final muy inconcluso que sólo logró qie nos hiciéramos más preguntas.
La estaba volviendo a ver por segunda vez, porque por más que tiene un final que me enojaba mucho, era una muy buena serie y volver a verla era un placer.
De postre tenía unos ricos brownies que mi mamá y yo habíamos cocinado para la merienda 'relax' típicas nuestras de domingos por la tarde.
Iba a pasar al siguiente capítulo cuando mi celular comenzó a sonar y el número de mi primo apareció en la pantalla.
Oh, no.
—Hola Flynn —dije con un brownie todavía en mi boca.
La respuesta se hizo esperar.
—Wow, miren quién está viva... Era hora de que dejaras de ignorarme ¿No te parece?
—No sé de qué estás hablando —mentí tratando de sonar lo más inocente posible.
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El Desfile de los Corazones Silenciados
Teen FictionLa vida es un constante descubrimiento de nuestra persona y su lugar en el mundo. La vida no es algo estático, sino que se trata de un movimiento infinito de altos y bajos, tropiezos, caídas, y superaciones. Sin embargo, todo toma un color diferente...