El Desfile de los Corazones Silenciados

Capítulo 41: ¡Cuánta Originalidad!

Jack's POV

  Cuando terminé la última vuelta a la cancha, como entrada en calor para comenzar la práctica, volví a la banca para tomar agua.

  Saludé a Gabe, Jesse, Flynn y Emma, sentados en las gradas, matando el tiempo mientras yo entrenaba, así luego nos íbamos a tomar algo.

  Los demás no podían por diferentes razones, quedando sólo nosotros cinco... Me corrijo. Nosotros seis, pues Kate venía acercándose a nosotros, vestida con su uniforme de porrista, ya que su práctica coincidía con la mía.

  Nos saludó con su sonrisa amigable de siempre, y se sentó junto a Emma para tomar agua y descansar por al menos unos minutos antes de seguir con la rutina, pero ninguno de los dos duró mucho allí, pues a Kate ya le estaban reprochando por estar sentada, y el entrenador acababa de sonar el silbato para que los jugadores nos reuniéramos en medio de la cancha y comenzáramos la práctica con entrenamiento de fuerza, es decir, ejercicios que incluían el envión colgado, sentadillas con el peso en la espalda, prensa con barras y banco, y finalmente, colgante con peso muerto.

  Luego pasamos a ejercicios de habilidades de carrera, de protección del balón, teniendo que tomar turnos para tomar éste y tratar de bloquear a seis jugadores defensivos que sujetaban sacos de tacleo, uno en frente del otro, en dos filas de tres, que intentaban derribar al jugador uno con la carrera, o forzaban el balón suelto.

  Pausamos por cinco para poder tomar agua, y luego el entrenador volvió a llamarnos al medio de la cancha para seguir la práctica.

  En un momento dado, el balón fue dirigido a las gradas, donde los cuatro charlaban mientras observaban la práctica. Pero antes de que éste le pegara a alguno, Gabe pudo atraparlo. No es necesario decir que nadie pidió perdón.

  Todos miramos al rubio, esperando que pateara el balón para nosotros así podíamos seguir la práctica, pero él no entendió hasta que el entrenador le gritó con su habitual descortesía, que lo enviara de vuelta. Entonces él se acomodó en la posición más cómoda para realizar la patada, y con una muy buena técnica, lo envío directo a la cancha, con mucha precisión.

  No era la primera vez que notaba buena técnica de su parte. El año anterior había sucedido algo parecido durante el período de educación física, y había sido el mismo Gabe quien para defenderse por un intento fallido de uno de mis compañeros de equipo por pegarles a él y a Jesse, que había pateado el balón hasta la cara de éste, y casi acertar. Pero nadie había prestado atención a eso, y ahora, tampoco había sido muy notado por el resto, excepto por el entrenador Marshall, que sabiendo que yo también lo había visto, me preguntó el nombre del rubio.

  La práctica siguió normal, y luego de varios golpes y caídas, llegó a su fin, siendo las siete y media de la tarde.

  Antes de ir a los vestuarios, me dirigí a los cinco que habían estado presenciando toda la práctica, incluyendo a Kate que ya hacía una media hora había terminado su entrenamiento, y les pedí que me esperaran entre cinco y diez minutos. Luego me fui con el resto del equipo.

  Al llegar al vestuario, Sam, Kerber y Landon me estaban esperando en la puerta, de brazos cruzados y mirada seria.

  —¿Qué mierda hacían esos cuatro payasos en la práctica? —Preguntó el último con indignación.

  —Es un país libre, Alex, pueden hacer lo que se les cante —respondí con aire de superioridad, golpeando mi hombro con el suyo y el de Sam al pasar.

  —No si interfieren en la práctica. Te lo advierto, Anderson, no voy a dejar que porque tú no pongas tu cien por ciento en el equipo, mi futuro quede arruinado. No todos tenemos notas que nos garanticen buenas oportunidades —bufó él, poniendo su mano sobre mi hombro con cierto desafío.