Capítulo 56: La Fiesta (parte 2)

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Jack's POV

Serví dos vasos de cerveza, uno para mí y el otro para la sexy chica que había conocido en la fila para el baño, y luego, esquivando todo el lío de la pista de baile, me encaminé hacia el sillón junto al gran ventanal que daba al patio, donde esa misma chica me esperaba. Pero en medio de todo el tumulto de gente, pude observar a Kate y a algún pobre chico que se había convertido en una de sus víctimas de la noche, bailar juntos, (bien juntos) mientras ella aprovechaba cualquier ocasión para susurrarle algo al oído o reírse y demostrarse sexy.

Negué con la cabeza al mismo tiempo que me sonreía y en cuanto ella dirigió su mirada hacia mí, levanté mi vaso en señal de brindis, haciendo que ella pusiera los ojos en blanco y siguiera concentrada en su juego, decidiéndose por ignorarme. 

De vuelta en el sillón, volví a mis asuntos con la chica sexy de la fila del baño.

Unos dos vasos de cerveza después, nos separamos. En seguida la perdí de vista, y me fui en busca de alguno de mis amigos que no veía desde ya hacía más de media hora. 

A la primera que encontré fue a Skylar, hablando con los chicos del club de teatro que habían hecho un buen trabajo con el tema de las luces y la música.

Me acerqué a saludar, pero en cuanto llegué, la conversación con ellos terminó, no sin antes ganarme unas miradas de mala gana de parte de quienes acompañaban a mi amiga, y quedamos sólo la pelirroja y yo.

—¿Acaso dije algo malo? —Pregunté confundido mientras observaba como esas cuatro personas se alejaban. No estaba seguro si eso había sido sólo contra mí, o contra Sky también. Ella rió con nerviosismo, luego tomó mi brazo para dirigirme a la pista de baile con la excusa de que la canción le gustaba, pero supe en seguida que sólo quería distraerme —. ¿Qué? ¿Acaso estaban hablando sobre un código secreto sólo para gente del espectáculo? —sonreí con sarcasmo mientras bailábamos.

—En serio, no te preocupes —sentenció, y trató de cambiar de tema, pero mi mirada fija en ella, aún confundida, hizo que ella relajara los hombros y rodara los ojos —. Jack, no a todos podrás caerles bien, intenta no preocuparte mucho por eso.

—¿De qué hablas? —Pregunté indignado.

Skylar fijo una mirada seria, torciendo un poco la cabeza hacia la derecha para enfatizar su expresión. Al ver que yo no me mutaba, tomó mi brazo nuevamente y, esquivando a todos de la mejor manera posible, me condujo hasta la cocina, dónde la música se escuchaba a un menor volumen y se podía hablar mejor.

—Muy bien, sir simpatía, es hora de poner las cartas sobre la mesa —sentenció con sus cejas arqueadas y sus brazos cruzados. Su seriedad me preocupaba, pero el apodo que me había dado mezclaba esa preocupación con un poco de comicidad a la que me fue imposible no responder.

Claro que mi risa no le fue muy conveniente.

—Lo siento, pero es que no recuerdo haber participado en tal concurso —me excusé, pero en seguida volví a la seriedad del asunto en cuanto noté que a ella todavía no le hacía ninguna gracia.

—Grábate estas palabras en tu mente y trata de sentirlas: Nunca podrás encontrar la forma perfecta de moldearte para caerle bien a todos. Eso es humanamente imposible y está bien, eso te hacer real —mientras decía esto, puso sus manos sobre mis hombros y me hizo concentrarme en sus ojos mieles intensamente concentrados en mí.

—¿De qué estás hablando? No trato de caerles bien a todos.

—En estos nueve meses, por primera vez, te he visto esforzarte menos y ser más tú, pero debes admitir que sigues preocupándote por lo que piensen de ti, sino no estarías tan obsesionado con cuatro chicos de quienes ni el nombre conoces.

El Desfile de los Corazones SilenciadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora