—Déjame ver si entiendo bien... Quieres grabar un documental para un concurso cinematográfico, acerca del bullying, siendo nosotros nueve los protagonistas de éste —repitió Poppy con escepticismo que pronto se convertiría en burla.
—¿Qué es lo que les causa tanta gracia? Este documental puede ser lo que nos ayude a salir de esta situación luego de tres largos años viviendo bajo una tortura constante —se excusó la chica que había contado su idea con mucho entusiasmo, sintiéndose herida cuando ésta fue rápidamente despreciada por la chica de carácter especial y luego más de la mitad de los que estábamos allí comenzó a reírse con ella.
—Lo siento, pero no harás de esto algo peor... Ya es demasiado tener que asistir a este grupo y pasar tiempo con ustedes, ni loca, y lee mis labios, ni aunque me pagaras diez mil dólares por cada segundo que pasara grabando tu estúpida película, aceptaría esta oferta —gritó la chica vestida de negro.
—Espera, tal vez no es mala idea —intervino Jesse luego de que las risas terminaran de desanimar a Skylar.
Todos lo miramos con curiosidad. Algunos no sabiendo si hablaba en serio o sólo se estaba burlando de la idea igual que ellos, y otros, como yo, pensando en cuál sería la argumentación para aprobar tan alocada, y hasta algo peligrosa, idea, teniendo en cuenta que si las demás personas se enteraran de ello, quién sabe qué es lo que le pasaría a nuestro bajo estatus social, o peor aún, que haría Landon.
—Tienes que estar bromeando —soltó Poppy.
—No, piénsalo, debería ser discreto, porque sería peligroso que alguien que no fueran los profesores, descubriera lo que estamos haciendo, pero si lo logramos, no solo comprometeríamos a Landon y compañía luego de tantos intentos fallidos, sino que sería un buen comienzo para una campaña contra el bullying para otros chicos, de otras escuelas, de otras ciudades, estados, quizá hasta países si logramos hacerlo viral... Lo único que tenemos que hacer es sentarnos frente a la cámara, contar nuestra historia, filmar algunos encuentros con Collins o Roxanne, y asegurarnos de que la cinta entre al concurso. Aún si no es la ganadora, los jueces, los adultos, inclusive los demás concursantes, no podrán ignorar eso.
Y una vez más, Jesse tenía un punto, un punto que validaba lo demás y que era arduamente indiscutible.
Suspiré y agarré a Skylar del brazo, como para hacer del asunto, algo más dramático.
—Cuenta conmigo —dije, y todas las miradas se posaron en mí... Claro, ¿quién iba a pensar que la chica que apenas podía aguantar un poco de atención de tan sólo nueve personas, sería una de las primeras en aceptar ser una de las estrellas de una película?... Pues ni yo estaba cien por ciento convencida de si era buena idea serlo, pero la razón por la que lo hacía era mayor a cualquiera de mis inseguridades.
—También conmigo —sonrió Jack.
Dana suspiró exasperadamente y asintió.
—Pero desde ahora aviso, que ninguna de estas cosas será mi prioridad —declaró.
Dana había resultado ser menos tímida de lo que me hubiera imaginado.
Flynn aceptó sin dificultad. Skylar era lo más cercano a una amiga que mi primo había hecho desde que llegó, así que ayudarla no era algo que se le debía pedir dos veces, y la idea de finalmente poder hacer algo útil contra el acoso escolar, como había querido desde su primer día en la secundaria Whesthood, no tardó en convencerlo.
Sin embargo, ahora era el turno de Poppy, Hiiro y Gabe, de aceptar esta alocada, pero quizá, acertada, idea.
Hiiro fue el primero en aceptar, haciendo que Skylar sonriera victoriosamente y él pusiera los ojos en blanco. Ahora sí estaba convencida de que ellos dos sabían algo que los demás no.
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El Desfile de los Corazones Silenciados
Teen FictionLa vida es un constante descubrimiento de nuestra persona y su lugar en el mundo. La vida no es algo estático, sino que se trata de un movimiento infinito de altos y bajos, tropiezos, caídas, y superaciones. Sin embargo, todo toma un color diferente...