Capitulo XV

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POV DYLAN

-Vamos, te sacare de aquí- le murmure a Chloe sosteniendo aun su cuerpo entre mis brazos, se veía tan frágil, tan indefensa que no podía dejar de temer que se desvanecería justo como lo había hecho la ultima vez ¿A que se supone que estaba jugando? Creí que la ayudaba pero al verla de esa manera solo podía sentir la necesidad de acabar con todo aquello, para lo único que servía mi intento de redimirme era para hacer de ella un manojo de nervios -¿Chloe me estas escuchando?

No me respondió, al menos no con palabras pero tomo su teléfono, desde donde se reproducía una lista de canciones que no estaban para nada en armonía con la tensión que se sentía en el aire; solo se giro un momento hacia Nethan pero no se acerco a él, en cambio extendió su mano como si quisiera hacerlo, no entendía que era lo que la mantenía a distancia de su cuerpo, era como si su cercanía le resultara dañina ¿podía creer realmente eso? Tome a Chloe de la mano y camine con ella hasta su auto frente al cual se detuvo como si no supiera muy bien que debía hacer entonces.

-Dylan- aferraba con fuerza el asa de su bolso, su cabello toda aquella masa de rizos rojos, se movían libremente entretejidos en el viento, sus ojos destellaban con cierta liquidez aun con los bordes enrojecidos -Dijiste que me sacarías de aquí...

-Si- respondí, sin entender muy bien a donde quería llegar.

-Debería sentirme feliz, en casa, no sé, algo debería marchar bien dentro de toda historia pero...- su voz se fue apagando con cada palabra hasta que ya no pudo decir nada más.

-Vamos, te llevare a un lugar- extendí mi mano hacia ella pero en cambio encajo sus finos dedos en el ángulo de mi codo y se dejo guiar hasta mi auto.

-¡Wow! Si que esto de la medicina te retribuye- me reí sin poder creer que su animo volvía particularmente para decir eso, Chloe miraba el Lamborghini con una media sonrisa, inclinada justo al lado opuesto del cual se alzaba su ceja.

-Gajes del oficio- abrí la puerta del copiloto para ella de pronto sintiendo mis mejillas arder, me gustaba la reacción que creaba en las mujeres cuando veían mi auto pero Chloe no se mostraba asombrada sino mas bien divertida. Su cambio de ánimo me resultaba desconcertante, era como si se pudiera cerrar una llave dentro de ella y así cerrar el caudal de sentimientos.

-Ya veo, es realmente un gaje muy molesto- parecía una niña sentada en posición india sobre el asiento girada levemente en mi dirección -¿Me pedirás que baje los pies del asiento?- cuestiono, aunque sonaba más bien como un reto.

-Hoy no.

-No me trates diferente solo para protegerme Dylan, es lo que todos hacen.

-Muy bien, entonces baja tus pies del asiento que los ensucias.

-No- no pude evitar quitar la vista del trafico y dirigirle una expresión confundida -te pregunte si me lo pedirías, jamás dije que te haría caso.

-¿Cómo lo haces?

-¿Qué cosa?

-Es como si tuvieras bipolaridad.

-¡Oye!- me dio un pequeño golpe en el hombro pero no pudo evitar soltar una risa entre aquellos labios rosas -Dime ¿dejas que algo malo en el hospital te persiga a cada momento?

Quise responder que no y no estar mintiendo pero la verdad era que cada noche al irme a la cama, me perseguía el fantasma de aquel día, el peso de mis errores y el mal que había causado alrededor de un hombre con toda una vida por delante. Lo intentaba, intentaba dejar de culparme por todo, intentaba sepultarlo en el pasado y recompensar aquello con las vidas que quedaban en mis manos desde aquella noche, daba lo mejor de mí, siempre concentrado, siempre en el camino correcto pero bastaba con estar un momento en la tranquilidad y el silencio de mi habitación para que la consciencia martillara mis sienes e hiciera estragos en mi.

Entre Mi Alma Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora