Capitulo XXXIII

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-Firmaré la orden de no reanimar- mire a Meghan sin poder dar crédito a sus palabras, ella seguía con su atención fija en los platos que enjuagaba por cuarta vez desde que había empezado a lavar la vajilla, yo en cambio solté el paño con el cual la ayudaba a secar los platos, escuche como uno de ellos se hizo trizas cuando lo deje caer distraída sobre el piso, Meghan ni siquiera se inmuto por el escándalo.

–No puedo ver cómo pasa de nuevo por eso Chloe, tu padre me ha explicado que no es precisamente un bien lo que le estamos haciendo, si es hora de que se vaya entonces no lo voy a detener.

Le di la espalda a Meghan y caminé en silencio hacia el armario donde guardaba los utensilios de limpieza incluyendo la escoba, no sabía que decirle, ni siquiera estaba segura de que pensar, si el corazón de Nethan volvía a detenerse seria todo, no habría un equipo de médicos aplicándole RCP, no habría desfibriladores, nada, tan solo lo veríamos morir sin mover ni un solo dedo para evitarlo.

No estaba segura de poder hacerlo, no podía imaginarme estar ahí de pie sin mover un solo musculo por traerlo de nuevo a la vida; uní los trozos de porcelana en un montículo y lo miré por un buen rato antes de recogerlo, yo era como ese montón de porcelana, podía sentir mi corazón como aquellos restos, una montaña de trizas donde antes había un corazón.

-No me lo dijiste- murmuré por fin, sosteniéndome con fuerza al palo de la escoba como si ese delgado trozo de madera pudiera aguantar lo suficiente.

-Te lo estoy diciendo Chloe, sabias que le había estado vueltas desde hace semanas y creo que es lo correcto. No puedo seguir siendo la responsable de todo lo que sufre mi hermano.

-Pero Meghan...si firmas eso...si firmas eso no harán nada cuando él...

-Si firmo eso lo dejaran marchar en paz ¿En serio no se te ha pasado por la mente que es eso lo que él quiere? Que lo dejemos ir en paz.

Meghan dejo por fin la vajilla y se arrodillo frente a mi extendiendo un plegó de papel a un lado de los restos del plato, como en piloto automático los arrime hacia ella con la escoba y vi como hacia un puño con el papel y arrojaba todo al cesto de basura

-Se que en el fondo lo entiendes, perdona que te lo haya dicho así de la nada Chloe, no sabía cómo mas decírtelo.

Camine taciturna hacia la pequeña mesa para el desayuno dispuesta en la cocina de los Evander, solo tenía dos sillas, una para Meghan y otra en la cual Nethan solía sentarse cada mañana, fue en esa donde tome asiento para luego dejar caer mi cabeza sobre mis manos.

Oí como Meghan corría la otra silla y tomaba asiento en ella, posó una mano sobre mi brazo provocando que levantara mi mirada hacia ella, su cabello estaba algo más largo, no tanto como para llegar hasta sus hombros pero el fleco le caía ahora sobre los ojos y la obligaba a apartarlo cada tantos movimientos, sus ojos cafés estaban llenos de tantas historias, como si hubiera vivido ya mil vidas a la vez.

-Tengo miedo- confesé.

-Yo también lo tengo Chloe, créeme que sí. Ahora más que nunca, nada da más miedo que perder el control, dejarle al destino el poder sobre alguien que amas tanto, eso me aterra.

-No quiero que él muera Meghan, no puedo concebir esa idea.

-¿Y si no lo hace? Tal vez solo necesita que le demos un voto de confianza, tal vez y solo este jugando con nosotras. Mi hermano siempre ha sido una persona con un humor muy negro, tal vez se deje de juegos y despierte de una vez por todas.

-Honestamente Meg ¿crees eso?

-Ya no se qué creer, estoy agotada de imaginarme tantos escenarios. Pero no quiero que él se vaya, tú tienes a tus padres Chloe y aunque ahora estés furiosa con él, tienes a Dylan, tienes a todas esas personas que te aman a tu alrededor pero yo...no tengo a nadie más, éramos Nethan y yo contra el mundo, si él muere estaré sola y entonces ¿Cuál sería el siguiente paso? Todos aquellos a quienes amo terminan muriendo, tal vez todos debimos haber muerto en aquel accidente.

Entre Mi Alma Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora