El par de fotografías al lado de la cama de Nethan en el hospital no era nada comparado con el montón de fotos que colgaban de la pared frente a mí, montones de historias inmortalizadas en papel. Siempre me pregunte como habría sido encontrar a Nethan años atrás, como lucia, que hacía en aquel entonces y ahí estaba, él en cada una de sus facetas, sus mejillas sonrojadas y regordetas en una fotografía en la cual su madre sonreía con él entre sus brazos; era una mujer hermosa, su cabello tan castaño como el de sus hijos caía en ondas sobre sus hombros, sus ojos cálidos y grises, era casi como ver a Meghan pero con ciertos detalles diferentes.
-Era una mujer maravillosa- comentó su hija ofreciéndome un vaso con jugo –y él era la luz de sus ojos, la verdad es que creo que lo era para todos, este de aquí era nuestro padre.
A diferencia de la Sra. Evander el padre de Meghan y Nethan tenía el cabello de un castaño claro y sus ojos eran tan oscuros como el ónix, abrazaba con cariño a su hija quien sacaba su lengua con una divertida morisqueta. Deslice mí mirada por cada una de aquellas fotografías, la prueba de que él había estado ahí al transcurso de todos estos años, una parte de mí no lograba imaginarse un Nethan antes de quedar en coma, pero ahí estaba, sin todos esos aparatos ayudándolo a sobrevivir, estaba como cualquier otro ser humano: libre.
-Ven conmigo- Meghan me dirigió escaleras arriba y la seguí haciendo caso omiso a los fuertes latidos de mi corazón, abrió la segunda puerta en el pasillo pero esta vez no se mantuvo afuera esperando a que yo me adentrara primero, estuve sola un par de minutos hasta que me arme de valor para seguir sus pasos.
Me obligué a mantener las lagrimas a raya cuando me encontré dentro del cuarto de Nethan, era como conocer otra parte de él, pensar en que su esencia estaba en cada esquina de esas cuatro paredes, en que caminaba descalzo por el mismo piso alfombrado y se iba a esa misma cama cada noche.
Las sabanas de un azul oscuro estaban perfectamente estiradas sobre la cama y a sus lados se alzaba una biblioteca repleta de libros, me acerque hasta allí pasando mi vista por algunos títulos, algunos tan clásicos como Shakespeare y otros demasiado profundos para mi entendimiento, no pude evitar sonreír al encontrar que había leído algunos libros que estaban entre mis favoritos.
Una de las paredes daba hacia un pequeño balcón a través de unas grandes panorámicas y sobre otra estaba recostado un escritorio, al lado de él una mesa de dibujo sobro la que Meghan había estado inclinada desde hace un rato revisando en silencio un montón de papeles.
-Eres tú- sostenía un dibujo entre sus dedos cuando se volvió hacia mí, alternando su atención de él a mí, manteniendo su expresión inescrutable -eres la chica de sus dibujos.
Me acerqué a ella soltando a regañadientes uno de los libros de Nethan y tomé del portafolio sobre el escritorio con otro de los dibujos guardados en él. Era un retrato, una mujer de abundantes cabellos rojos con la piel nívea pero repleta de pecas, la chica del dibujo me observaba con sus penetrantes ojos verdes, no sonreía, pero bastaba una simple inclinación en la comisura de sus labios para pensar que lo hacía.
-Él estuvo dibujándote por 9 años seguidos- Seguía sin quitar mi mirada del dibujo, mis ojos no daban crédito a lo que veían, el aliento había abandonado mis pulmones, la voz de Meghan era demasiado lejana como para creer que en serio estaba a mi lado -¿Qué está pasando Chloe?
Abrí de par en par el portafolio y empecé a sacar desesperadamente todos aquellos dibujos, no podía ser, no solo era yo, era yo desde que tenía 13 años, mi rostro cambiaba de un puño de imágenes a otro, desde el inocente semblante de una niña hasta la mujer que era. Él sabía quién era, siempre lo había sabido pero más que nunca me sentía confundía, no entendía nada, no comprendía cómo es que algo así pudiera estar sucediendo ¿Por qué ahora? ¿Por qué lo encontraba ahora que no podía explicarme que es lo que estaba pasando?
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Entre Mi Alma Y Tú
Любовные романы¿Qué harías si cuando consigues al amor de tu vida resulta que esta muriendo? ¿De qué vale un sueño hecho realidad cuando no es igual a lo que imaginaste? Dos almas obligadas a luchar contra el destino, dos caminos con un solo propósito: encontrars...