Capitulo XXXVIII

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Regresé a la noche siguiente al hospital, Dylan me había llevado a casa el día anterior, al principio intentando descubrir que era lo que me había pasado, después de varios intentos se rindió cuando no obtuvo ni una palabra de mi, él odiaba verme así, lo sabía, odiaba cuando me mantenía en silencio, lo que no sabía es que era justo en momentos así que mi mente era un bullicio sin control, esos días, esos momentos en que no tengo ganas de pronunciar una sola palabra al mismo tiempo estoy luchando por callar los gritos entre los confines de mi cráneo.

Me acompañó hasta mi apartamento y cuando se dio cuenta de que Maggie no estaba en casa se quedo conmigo, preparó la cena y me acunó entre sus brazos hasta que finalmente perdí la noción del tiempo, me deje desvanecer, saliendo y entrando de mi sueño debido a las pesadillas, él estuvo ahí todo el tiempo, con sus ojos puestos en mi y sus brazos enrollándome cuando me despertaba agitada en medio de la noche.

Al salir el sol se ofreció a llevarme de vuelta al hospital pero me negué, no quería ver a Nethan, no me sentía aun con la mente clara como para darle cara, seguía intentando discernir si estaba molesta con él, creo que si lo estaba pero no quería que fuera así.

Mire el tablero iluminado del auto y luego alce mi mirada hacia el Hope Hospital, esperanza ¿realmente sirve de algo? En ese momento me pareció solo una palabra vacía, cuatro silabas que no guardaban nada importante entre ellas más que una fachada, un engaño para que no nos convirtamos en seres vacios. Al diablo con la esperanza, comenzaba a ser demasiado ambigua para mi gusto.

Baje del auto después de tomar una profunda bocanada de aire, tome el morral que había lanzado en el asiento trasero y me encamine una vez más hacia aquel edificio que ya tanto conocía, Dylan me esperaba en el vestíbulo como solía hacer cuando todo comenzó, parecía que había pasado una eternidad desde entonces, había envejecido mil años en estas pocas semanas.

-¿Te sientes mejor?- ¿Me sentía mejor? Sentía como si mi alma estuviera arrastrándose por el suelo.

-He estado peor- contesté no muy segura de eso.

Dylan paso un brazo por mi cintura y nos encamino así hasta el tercer piso, estábamos solos en el ascensor, me sentía cálida bajo su abrazo hacia un poco mas fácil el ascenso por el edificio, el camino a la derrota.

-Él sabia de mi Dylan- había tenido toda una noche para decirle que me tenía así pero fue en ese momento, viendo los números del ascensor encenderse y apagarse a medida que dejábamos cada uno de los pisos, que las palabras salieron de mí sin dificultad. Sentí su mirada puesta en mí pero seguí viendo el indicador como si no lo notara.

-No sé qué decir a eso- no era lo que esperaba escuchar, él era mi baúl de respuestas, él siempre sabia justo que decir para arreglar un poco el caos dentro de mí.

-Yo no sé qué pensar de eso.

Las puertas del ascensor se abrieron justo en ese momento, en otra ocasión las estaría cruzando de inmediato pero esa vez me quede de pie frente a ellas sin estar segura de que quería seguir adelante ¿Por qué había llegado hasta aquí de todos modos? ¿Qué era lo que Nethan y la vida querían de mí? Dylan puso su pie entre las puertas antes de que se volvieran a juntar una con la otra.

-Chloe si no quieres volver ahí nadie te juzgara por eso- dijo bajando su brazo de mi para tomar mi mano con ímpetu.

No era verdad, yo me juzgaría por rendirme, me odiaría el resto de mi vida por rendirme, lo único que sabía con certeza era que Nethan me necesitaba, tanto como yo a él, me estaba debatiendo en si lo odiaba o no pero era incapaz de poner en juicio mi amor por él. Cruce las puertas del ascensor y caminé en dirección a la habitación aun sosteniéndome de Dylan; vi a Nethan a través de la panorámica, estaba solo, Meghan lo había dejado solo.

Entre Mi Alma Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora