POV NETHAN
Inglaterra, un avión, un océano de por medio, una vida entera fuera de tiempo.
-¿Qué debo hacer Meghan? ¡Esa mujer me dijo que se iba, se mudara a Londres! Si dejo que tome ese avión la habré perdido para siempre.
-Has tenido todo este tiempo para acercarte a ella ¿Por qué demonios no lo has hecho?- podía escuchar la bocina de los autos y el vago sonido de la música en el fondo de la llamada, supuse que mi hermana estaría conduciendo cuando llamo.
-¿Qué harías tú si en el peor momento de tu vida aparece un desconocido diciéndote que ha soñado contigo durante cuatro años?
-Con el humor de perros que tendría pensaría que es justo la cereza del pastel honestamente- solté un suspiro y me recosté contra el sillón deseando que el mullido cojín me absorbiera y me desapareciera.
-Soy un desastre Meg.
-A veces es la persona correcta, pero en el momento equivocado.
-Eso suelen decirlo solo para ponerse una curita barata sobre el corazón.
-¡Entonces no seas idiota Nethan! ¡Ve tras ella, corre y detenla, no dejes que tome ese avión si realmente piensas que ella es el amor de tu vida!
Correr tras ella, solo tenía una hora para alcanzarla, una hora para llegar al otro lado de la ciudad y convencerla de que no era un psicópata suplicándole que no se fuera al otro lado del mundo. Una hora con la que el mundo no estaba de acuerdo.
POV CHLOE
-¿Qué haremos Nethan? ¿Cómo terminara esta historia?- puse la laptop a un lado sobre la mesa de noche y me pase de la silla a la cama acomodándome a un lado de Nethan –odio los finales, siempre los he odiado, suenan a despedida, a algo demasiado definitivo para mi gusto.
-Buenas tardes- Meghan se acerco hacia mí y me dio un beso en la mejilla, luego hizo lo mismo con su hermano antes de dejar sus cosas sobre el mueble -¿Cómo se ha portado hoy?
-Te reuniste con mi padre hoy- había estado pensando en eso todo el día, desde que llegue al hospital y Dylan se negaba a decirme algo respecto al tema no paraba de ver el reloj cada diez minutos esperando que Meghan apareciera por esa puerta -¿Qué quería decirte?
-Solo quería asegurarse de que no he cambiado de opinión.
-¿Lo has hecho?- pregunté esperanzada aunque sabía de antemano su respuesta.
-Sabes que no- si, lo sabía.
-Diez días entonces- el número cortó en mi lengua como el filo de un papel.
-Diez días- repitió ella en voz tan baja que no estaba segura de si debí escucharlo.
-¿Se supone que debo despedirme?- sabía perfectamente que Meghan no tenía la culpa de lo que pasaba, solo intentaba tomar las decisiones correctas pero de todos modos no pude evitar hacer aquella pregunta con acritud.
-Chloe, no me trates como si fuera la bruja del cuento. Esto ya es lo suficientemente difícil para mí sin tener que aguantar tus reproches.
-Lo siento Meghan- ella se acerco hasta nosotros y puso sus manos en mis hombros, en tan poco tiempo nos habíamos vuelto como hermanas, una el apoyo de la otra.
-Yo tampoco quiero hacerlo, tampoco quiero sentarme aquí y decirle adiós.
-Meghan, se que llevo todo el día con él pero ¿podrías darnos unos minutos? Por favor- no se movió por un momento pero tarde o temprano sentí sus manos separándose de mí y escuche sus pasos al salir de la habitación.
ESTÁS LEYENDO
Entre Mi Alma Y Tú
Romans¿Qué harías si cuando consigues al amor de tu vida resulta que esta muriendo? ¿De qué vale un sueño hecho realidad cuando no es igual a lo que imaginaste? Dos almas obligadas a luchar contra el destino, dos caminos con un solo propósito: encontrars...