Dejamos las maletas en mi cuarto y nos sentamos en la cama.
- Te he echado muchisimo de menos - me dijo él mirándome a los ojos.
- Y yo a ti.
Poco a poco se acercó a mí, yo tambien me empecé a acercar, nuestros labios se rozaron lentamente, pero en ese instante sonó el timbre de la casa. ¡Mierda! ¡Se me olvidaron mis amigas!
- Esto ya no es normal - dijo Abraham frunciendo el ceño - ¡Siempre nos tiene que interrumpir alguien!
Yo reí y me levanté para ir a abrir la puerta. Marta, Irene y Rocky pasaron dentro.
- ¡Dios! ¡Qué frío hace fuera! - dijo Rocky frotándose las manos para entrar en calor.
- Y que calentito se está en tu casa, Emma - añadió Irene que se estaba quitando el abrigi, colgandolo en la percha de la entrada.
- Vamos a mi cuarto y empezamos, ¿vale? - pregunté yo.
- ¡Okis! - contestaron todas, y se dirigieron a mi cuarto.
Al ver a Abraham en mi cama, gritaron:
- ¡Abraham! - y corrieron a abrazarle.
La última vez que hablaron con él fue por videochat, un día que quede con ellas y me puse a hablar con él por skype.
- ¡Hey, chicas! - él las devolvió el abrazo.
- Bueno, bueno, no empecemos a robarme el novio, ¿eh? - dije yo.
- Alguien está celosa... - canturreo Abraham.
- ¡No estoy celosa! - grité.
- Lo que tu digas - dijo Marta.
- Bueno, ¿nos ponemos a hacer el trabajo? - pregunto Rocky.
- Claro, vamos - respondí.
- ¿De qué es el trabajo? - preguntó Abraham.
- De música - contestó Marta.
- ¡Ole! ¡Eso si que es una asignatura! - gritó. Nosotras reimos.
Nos sentamos en mi escritorio y empezamos a pensar un ritmo para la canción, pero todos nuestros intentos eran nulos.
- Dios, soy penosa en esto - dijo Marta.
- No más que yo - añadí.
- Emma, sabes muy bien quien te puede ayudar - dijo Irene, refiriéndose al chico que estaba tumbado en mi cama, con la espalda apoyada en la cabecera, y con el movil entre las manos. Yo suspiré.
- Abraham - el me miró - Emmm... ¿Nos puedes... ayudar... un poquito con esto? - dije nerviosa, temiendo que dijera: "No, es un trabajo de clase. Lo tenéis que hacer vosotras".
- Claro - dijo, y yo suspiré aliviada - Con una condicion - Mierda - Me debes un beso - me guiño un ojo.
- Hecho - contesté sonriendo.
Me acerqué a sus labios lentamente, pero cuando los mios estaban a milímetros de los suyos, me gire y le besé la mejilla.
- ¡Eh! ¡Eso no vale! - se quejó él.
- No me dijiste donde lo querías - sonreí triunfante.
- Vale, quiero un beso en los labios.
- Demasiado tarde. Ya cumpli.
Él suspiró, y se levantó de la cama dirigiendose a nosotras.
- De acuerdo. La cancion es ¿en ingles o en español? - preguntó.
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Abraham Mateo, un sueño hecho realidad 2
FanfictionDespues de la emotiva despedida entre Emma y Abraham, se anuncia el proximo concierto del cantante del verano. Abraham no se olvidó de ella, Emma tampoco de él. Pero claro, la distancia trae problemas, y los problemas, discusiones. ¿Qué les deparará...