El día siguiente se pasó rápido en el spa, entre burbujas y aguas calentitas.
Llegamos a la habitación, y me cambié el bikini que había llevado.
- ¿Qué vamos a hacer ahora? - pregunté.
- Lo que usted quiera, princesa - respondió Abraham.
- Pueeeees... Siempre he querido ir a la playa por la noche.
- Pues a la playa que vamos.
Yo sonreí, me levanté de la cama y bajamos a cenar, para después cambiarme y irnos a la playa.
Era de noche, las estrellas brillaban de una forma estupenda y maravillosa. Se escuchaba el choque de las olas contra la orilla, cosa que me relajaba. Llevaba puesto un bikini fucsia y un pareo, una de esas faldas de playa o piscina, de color azul medio transparente.
Me quedé observando las olas con pena, cuando Abraham me abrazó por la cintura, apoyando la barbilla en mi hombro.
- ¿En qué piensas? - me dijo suavemente.
- En que hoy es el último día - respondí en un suspiro.
- Pues... lo mejor será aprovecharlo.
Me cogió la mano y me llevo al agua.
- ¡Dios! ¡Qué fría está! - grité, y él rió.
Me cogió las manos, acercó su rostro al mio, funiendonos en un largo beso. Nuestros labios se movían con la coordinación perfecta. Agarró mi cintura desnuda para acercarme más a él. Todo era perfecto, hasta que algo frío y mojado nos pasó por encima, lo que nos hizo parar. Era una ola helada. Empecé a toser, mientras Abraham se reía a carcajadas.
- ¡Cállate! - le dije.
- Esque... - intentaba hablar, pero le costaba hacerlo por la risa - Me has... mordido el labio.
Volvió a reir, pero esta vez con más intensidad, después me empecé a reir yo. Fue una noche llena de besos y estrellas. Volvimos a la habitación a la una de la mañana, asique nada más llegar, nos cambiamos y nos fuimos a la cama.
***
Sentí como alguien acariciaba suavemente mi pelo. Abrí lentamente los ojos, y vi a mi príncipe mirándome con una pequeña sonrisa.
- Buenos días, mi amor - saludó, y yo solté un gruñido por mi parte, a lo que él rió - Venga, cielo. Tenemos que estar en el aeropuerto en dos horas.
- ¿Qué hora es? - pregunté adormilada.
- Las 10 de la mañana.
- Ohh, nooo.
Hundí mi rostro en la almohada y fingí un ronquido, y él rió.
- Venga, pequeña. Hay que hacer las maletas - dijo.
- Vaaalee...
Me levanté de la cama perezosamente, me vestí con unos shorts vaqueros celestes, una camiseta por encima del ombligo rosa y unas converse del mismo color. Me peiné, lavé los dientes y me maquillé, para después ponerme con Abraham a hacer la maleta.
***
Dos horas después, ya estábamos en el avión camino a Madrid, donde Abraham cogería otro en dirección a Cádiz. Resumiendo, me quedé dormida una hora después de despegar, asique no me enteré de gran cosa durante el viaje.
- Hey, cielo. Despierta - noté una mano meciendo mi hombro delicadamente.
- ¿Qué? ¿Qué pasa?
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Abraham Mateo, un sueño hecho realidad 2
FanfictionDespues de la emotiva despedida entre Emma y Abraham, se anuncia el proximo concierto del cantante del verano. Abraham no se olvidó de ella, Emma tampoco de él. Pero claro, la distancia trae problemas, y los problemas, discusiones. ¿Qué les deparará...