Capitulo 8

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Me quede en shock al ver a Abraham, en el parque, besando a una chica que me resultaba muy familiar. No podia ser, era... ¡Marta!

Las lagrimas salian de mis ojos cada vez mas y mas rapido, sin forma posible de evitarlo.

Cuando por fin se separaron, Abraham me miro, abrio mucho los ojos y corrio hacia mi.

- No es lo que parece - me dijo super nervioso.

- ¿Que no es lo que parece? - respondi yo - ¡Acabas de besar a mi mejor amiga! ¡¿Y ENCIMA TIENES HUEVOS DE DECIRME A LA CARA QUE NO ES LO QUE PARECE?!

- Emma... yo...

Antes de que pudiera continuar le plante la mano en la mejilla, con tanta fuerza que se le quedo colorado, y me fui corriendo, dejandole atras.

Me fui donde me voy siempre cuando decido desahogarme, o simplemente estar sola, pero esta vez fui a llorar, a esconderme del mundo, solo tenia ganas de morir.

Despues de unos 15 minutos, escuche unos pasos detras mia, pero decidi no girarme y averiguar quien era, ademas de que estaba casi segura de que seria Abraham. Senti una mano sobre mi hombro, pero no era Abraham, era una mano pequeña, delicada, la habria reconocido en cualquier parte.

- Emma... tengo que hablar contigo. - me dijo la voz con delicadeza.

- No quiero hablar con nadie, Marta. Y menos contigo - conteste aun llorando.

- Emma, le bese yo.

- Y encima, ¿vienes a restregarmelo por la cara? - le dije ya mirandole a la cara - Porque si es asi, te esta saliendo de p_ _ _ m_ _ _ _.

Le pude ver en la cara que estaba arrepentida, pero yo no de haberle dicho eso.

- ¿Sabes? - prosegui yo - Pense que eras mi amiga, o mas bien, mi mejor amiga. Al parecer me equivoque. ¿Sabes otra cosa? No mereces mi tiempo.

- Emma, al menos dejame que te lo explique, por favor - despues de dudar un poco, acepte - A ver, se que nunca e sido muy fan de Abraham Mateo, y tampoco pense que un dia me lo encontrara por la calle... ni siendo el novio de mi mejor amiga. Yo estaba en el parque como todas las mañanas, mirando el movil, cuando de repente, mire hacia adelante, y ahi estaba Abraham, me levante del banco, el me pregunto donde habia una floristeria cerca, y... no se que me paso pero... me lance y le bese. Por favor, enfadate conmigo, pero no le dejes, fue solo culpa mia.

- Ya... claro. ¿Y por que no ha venido el a decirmelo?

- Le he pedido yo que me deje venir sola.

- Pero el tambien a puesto de su parte, se le veia en la cara.

- Ya... ¿Sabes? No tengo derecho a responder a eso.

Me levante con rapidez y furia, y me fui a mi casa dando zancadas. Me encerre en mi cuarto y empece otra vez a llorar hasta que me quede sin lagrimas. Se escucho mi movil, el sonidito molesto y ruidoso que no paraba de sonar, era Abraham. No le hice caso a los mensajes, ni siquiera los lei. Una cosa tenia clara, no le iba a perdonar asi como asi. Puedo parecer delicada, pija, lo que sea, pero puedo demostrar donde sea y cuando sea que no soy una persona de la que se pueda abusar.

Abraham Mateo, un sueño hecho realidad 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora