Capítulo 22 - Confesiones de la noche anterior

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Maratón 1/5

El suave golpeteo de la llave al introducirse en la cerradura parecía tratarse del sonido de una bomba atómica explotando en esos momentos. April giro el pestillo lentamente,  tratando de realizar el menor ruido posible, y evitar a toda costa despertar a Theo. Como era de esperarse, la puerta chirrió como nunca en su vida, retumbando por toda la casa, y haciéndome cuestionarme si el mundo no estaba en nuestra contra.

-Mierda- murmuró la castaña, mientras la puerta se estampaba contra el mueble- Gracias a Dios tiene el sueño pesado.

Reí ante su comentario y me dispuse a seguirla puertas adentro. Avanzamos de puntillas lentamente, llegando sanas y salvas hasta el piso superior.

-De verdad que tiene el sueño pesado- reí, mientras cambiaba mi vestido por una camiseta larga.

-Si que lo tiene- rió- Creo que podrían desvalijar la casa entera y el ni se percataría.

-Si le robaran la Xbox de seguro que se despierta- continúe, mientras estallábamos en silenciosas carcajadas.

-¡Shh! ¡Se va a despertar!- chistó April, mientras cesábamos nuestras risas.

-¿A qué hora llegan tus padres?- pregunté, sacando los cojines de la cama auxiliar.

-Once y media.

-Genial- respondí, mientras me introducía en la cama y comenzaba a taparme con los cobertores.

-Oh no- me regañó, al notar mis intenciones-No te dormirás, tienes mucho que contarme.

-Puedo contártelo luego- reproché.

-¡Pero yo no tengo sueño!- se quejó la castaña.

-¡Eso es porque dormiste en una cama!- protesté- ¡Yo dormí en un coche A!

-En un coche con Harry- aclaró, elevando sus cejas provocativamente- a la luz de la luna.

-¡Oh, ya cállate!- reí.

-Sé que te encantó.

-Que me haya encantado no tiene nada que ver con que no muera de sueño- reí- Te prometo que te contaré todo en una hora.

-Esta bien- refunfuñó, introduciéndose en su cama- Tienes una hora para recordar todos los detalles.

-Aja- susurré, mientras me dejaba caer en un dulce sueño.

...

Un par de horas mas tarde desperté, cuando Marine, la mamá de April, nos llamó para almorzar. Mi amiga se encontraba durmiendo plácidamente en la cama junto a la que yo estaba, abrazada a uno de sus tantos peluches. Me desperecé en la cama y me puse de pie, moviendo lentamente a la castaña.

-Buen día A- dije sonriendo, al notar su cuerpo moverse.

-Buenos días B- respondió su voz ronca por debajo del edredón. La luz del mediodía inundó la habitación cuando abrí las cortinas, causando que April  soltara un juramento.

-Odio la luz- se quejó.

-Lo sé, pero es la única forma de que te levantes- expliqué, mientras comenzaba a cambiarme de ropa.

Unos suaves golpeteos en la puerta llamaron nuestra atención, por lo que la castaña grito un ligero "¡pase!". La puerta se abrió dando lugar a la imagen de Theo. Este se encontraba recostado en el marco, con la mayor cara de dormido que le he visto en mi vida. Llevaba el torso desnudo, dejando a la vista su impecable figura, mientras que unos pantalones de jogging colgaban ligeramente de su cadera.

Destined | h.s |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora