Capítulo 32 (2/2) - Microondas

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-El tomate es una fruta, no un vegetal.

-Pero lo comemos como vegetal- me excusé.

-Vale, contará como medio punto- resopló Nate, anotando 15 puntos a mi favor.

-Tória ni siquiera es un nombre- argumenté.

-La protagonista de "Las Reglas del Juego" se llama así.

-¿Qué demonios es eso?- reí.

-La telenovela que mira mi madre- rió él, causando que estallara a carcajadas.

-Harold Styles Fox, ¿me harías el honor de dejar de descuajaringarte? Estas detenido, por lo que no puedo permitir esta clase de actitudes- me recalcó Carl, reacomodándose sus anteojos.

-Lo siento Carl- reí, recostándome sobre mi silla.

-Por favor, llámame Carl Troyens; solo los más allegados pueden nombrarme por mi nombre de pila.

-Vale...- dudé, dirigiendo mi mirada hacia mi mejor amigo.

Carl era un estudiante de tercer grado, con una mente brillante y muy avanzada. Generalmente ayudaba con trabajos administrativos, y realizaba la guardia en las horas de detención. Era un completo chupamedias.

-Este tipo me da miedo- gesticuló Nate, a lo que yo asentí rápidamente- Es un completo Friki.

-Debe ser asesino serial por las noches- susurré, causando la carcajada del castaño.

-Nathaniel Wells Crone...

-Si si, no me descuaja...como sea que se diga eso- rió mi amigo, a lo que Carl bajó la mirada- dime que Brooke está en camino- me suplicó.

-Se supone- suspiré, observando el reloj del aula. Ya habían pasado veinte minutos desde que conversé con ella, por lo que debería estar al llegar.

Cómo por arte de magia, la puerta del aula se abrió, ingresando por la misma ambas chicas.

-¡April Margaret Jones!- sonrió el ñoño, parándose de su asiento como si tuviera un resorte.

-Hola Carl, ¿cómo has estado?

-Excelente ahora que nos dignas con tu presencia- sonrió.

Oh, esto no puede ser cierto.

-¡Eres tan tierno!- sonrió la castaña-necesito que me hagas un pequeño favorcito, ¿vale?

-Cualquier cosa por ti Reina de Narnia.

-Claro...-frunció el seño- Necesito que me dejes llevarme a este par de imbéciles conmigo.

-Pero están detenidos- se detuvo el pelirrojo- No puedo cometer semejante delito.

Mierda.

-Carl, ¡estoy desesperada!- lloriqueó April- Necesito que me acompañen ahora.

-Pe-pe-pe-pero eso va contra mis principios- dudó, reacomodándose los anteojos sobre el tabique. 

-¿Carl, me amas o no?- preguntó la castaña, golpeando el escritorio de manera repentina- Porque mi corazón se romperá si no me ayudas.

-Margaret, tu eres la luz de mi vida- confesó el sabelotodo.

-Dime que esto es una broma- susurró Nate.

-Demuéstralo- exigió April, alzando la cabeza de forma indignada.

-¿Y co-co-co-cómo firmarán los permisos de salida?

-Los firmarán ahora, y tú le informarás al director Collins que partieron a la hora que debían- informó la castaña.

Destined | h.s |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora