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Capítulo 28 - Desalojados

Nate POV

El puré de patatas cayó como roca sobre mi plato, haciendo que me arrepintiera casi instantáneamente de mi elección.

-¿Esto es siquiera comestible?- pregunté a la encargada al observar la consistencia del alimento.

-Mira niño bonito, o te comes esto, o mueres de hambre; ¿eres capaz de entender eso?

-Por completo- sonreí sarcásticamente, tomando la bandeja entre mis manos para dirigirme fuera de la fila.

-Simpática- murmuré, tratando de esquivar al resto de los estudiantes.

La cafetería estaba atestada de gente, quienes corrían por su comida como animales desesperados. El menú de hoy consistía en carne con puré, o pastas a la crema; el cual, aunque no me crean, era un menú de lujo. Generalmente ofrecían todo tipo de comida frita, y, la mayoría de las veces, sabía horroroso.

Al final de la fila pude divisar a Harry, por lo que me las apañé para llegar a su lado.

-Hola br...¿Qué demonios te sucedió?-pregunté sorprendido, analizando los diversos moretones que adornaban su rostro.

-Fue el cabrón de Brad- respondió Harry, tomando un poco de la ensalada- Nos lo encontramos en la acera al final del día.

-¿Entonces lo sabe todo?

-Sep.

-Se nota que no reacciono muy bien- arrugué el entrecejo- Estas del asco.

-El quedo peor- sonrió el castaño, orgulloso de su supuesta victoria.

-Me siento tan orgulloso- reí, limpiándome una lágrima falsa.

-Creo que fue lo mejor, ¿sabes?- pronunció el castaño- Ya no debemos escondernos, y podemos vivir sin ninguna preocupación- sonrió.

-Vale- torcí los labios- no es por arruinar tu burbuja de amor y unicornios, pero aún tienes un pequeño pendiente por resolver.

-¿Cuál?

-Uno que empieza con S, y termina en...

-Mierda- expresó el castaño, revolviéndose el cabello con ambas manos.

-No Harry, termina en "amantha"- rodé los ojos dramáticamente.

-Debo hablar con ella en estos días- declaró mi amigo luego de unos minutos, mientras le entregaban su bandeja y emprendíamos nuestro camino hacia las mesas.

-¿Crees que muera si como de este pu...- detuve mi pregunta al chocarme con la espalda del rizado-¿Por qué no caminas?- pregunté, dirigiendo mi mirada hacia la suya.

Si el rostro de Harry parecía una pintura abstracta, no había palabras para describir el de Tanner. Su quijada estaba adornada con la paleta completa, mientras que el moretón de su ojo se hacía presente. El resto de nuestros amigos se encontraban junto a él en nuestra mesa habitual, o debería decir, ex mesa habitual.

-Pues parece que nos desalojaron- exclamé divertido, al notar que sólo había una silla vacía.

-No- negó mi amigo- No te arrastraré en esta; el resto siguen siendo nuestros amigos; yo me sentaré en otra parte.

-Ni sueñes que te dejaré- reí animándolo- Somos Harry y Nate desde el kínder; ese imbécil no lo cambiará- sonreí con suficiencia- Además, todos saben que no puedes vivir sin mí.

Harry carcajeó debido a mis recurrencias- Eres un idiota- sonrió- pero gracias; te quiero bro.

-Oh por dios, ¡ya bésame!- reí, abrazándolo rápidamente.