HarryLa cantidad de gente en el club ha ido menguando con el paso de la última media hora. Son las 5:45am y estoy deseando irme a mi casa y echarme a dormir por toda la eternidad, pero tengo una pesadilla de pelo rubio y un vestido demasiado corto amarrada a mi brazo rogando que la lleve a mi casa. ¡Joder! Algunas personas no aceptan un no como respuesta. Samantha esta demasiado ebria como para conducir, tomar un colectivo o tan siquiera hablar, así que por más que me moleste debo llevarla. La ayudo a levantarse del sofá de donde estamos sentados, y la dirijo hacia la puerta principal.
Atravieso toda la pista y veo a Brad y Brooke sentados en un sofá hablando animadamente. Ella le sonríe y lo mira atentamente, como si estuviera escuchando la historia más fascinante.
Maldito cabrón.
Tomo a Samantha por la cintura y me pavoneo en dirección a la puerta. Cuanto más rápido salga de aquí, más rápido llegaré a mi casa.
-Haaaaarry, ¡aaamigoo míoo!- gritó Brad, tratando de llamar mi atención. Genial. Volteo y me dirijo con mi mejor sonrisa falsa hacia ellos.
-Brad, amigo ¿que tal?- saludé al llegar. Brooke pone los ojos en blanco y yo reprimo una sonrisa.
-Eeestamos esperando un taxi para irrrnos a casa- respondió, depositando un beso en la mejilla de la castaña.
Lo mataré.
-Vayamos a casa bebé- susurró Samantha en mi oído, repartiendo besos sobre mi mandíbula. Brooke nos mira algo molesta, pero logra desviar su mirada antes de conectarla con la mía.
- Nosotros también estamos yéndonos, ¡que pasen bonita noche!- concluí,
despidiéndome de la feliz pareja.-¡Igual tú amigo!- respondió Brad, riendo del doble sentido.
-¡Créeme que lo hará!- contestó la rubia por mí, causando la risa de mi amigo. Brooke me mata con la mirada, literalmente. Está cabreada; puedo notarlo por la manera en la que nos lanza dardos con su mirada. Se ve mona cabreada, le da un toque salvaje a su estilo angelical. Me gustan como sus ojos logran reflejar sus emociones a la perfección, es como un espejo de su alma.
El alcohol se me ha subido definitivamente.
...
Una vez en mi coche, me paso la mano por la mejilla sacando todo el labial que Samantha dejo. Arranco el motor y me dirijo a la casa de mi acompañante. En menos de media hora, llegamos a una bonita casa de dos plantas.
-Llegamos- anuncié, destrabando las puertas del coche.
-¿No vendrás?- susurró tratando de besarme- tengo la casa sola.
- No gracias, es todo por hoy- respondí cortante, alejándome de sus garras- hasta pronto Samantha.
La rubia suspira pesadamente, y baja del carro. Me quedo el tiempo suficiente para verla entrar y arranco el coche hacia mi casa.
Brooke
Mi mente divaga mientras Brad me habla incoherencias. Son las 5:45am, y hace diez minutos que estamos esperando al maldito taxi. Estoy agotada física y psicológicamente; la cabeza me late gracias al poco alcohol que ingerí y los pies me duelen como el infierno.
Hace media hora más o menos que perdí de vista a Harry, pero seguramente este besuqueándose con esa zorra. April ya se fue a casa, al igual que el resto de mis amigas. No veo la hora de llegar a mi habitación y dormir hasta la eternidad.
-Y esa es la mejor manera de hacer un batido- dijo Brad, abstrayéndome de mis pensamientos.
-Uhm genial- respondí, sonriendo animadamente. De pronto, un ruloso apareció dentro de mi campo visual. Harry pasa por delante nuestro abrazado a Samantha en dirección a la puerta.
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Destined | h.s |
Novela Juvenil"-¿Pero qué te sucede?- le pregunté con impotencia - ¡Tú no tienes ningún derecho a mandar sobre mi! -¡Solamente intentaba protegerte!-dice mientras me mira fijamente -¡Tú no tienes que protegerme! ¡Yo sé cuidarme sola Harry! Además no somo...