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Estaba más nerviosa que cuando incluso tenía a Jeon enfrente. Me negaba a entrar a ese edificio, a ese lugar que al parecer no haría más que consumirme y hacerme caer en la tentación de ser la misma perra de antes. Me negaba. No podían obligarme, a menos que tengas un hermano como Taehyung y una cuñada como Chorong, quienes ahora mismo tiraban de mis brazos para que saliera del auto. No quería. No podía, soy cobarde, no tengo el valor.

-¡Sueltenme!-Gimotee para que me dejaran en paz.

-¡Sal de ahí!-Gritaron al mismo tiempo, llamando la atención de unos cuantos.

-¡No quiero ir!-Volví a gritar y tirar de mis brazos para no salir del auto. Casi lo lograba. Iba todo de maravilla.

-¡Baja de una jodida vez! ¡Tengo hambre!-Grito Tae en respuesta. Chorong al igual que yo lo miro con una mueca de disgusto, este no era el lugar ni momento para hablar de la bestia que habitá en su estómago.

-¡Sólo sal de ahí! Si no.. llamare a tu jefe-Mis ojos se abrieron como platos y enseguida salí del auto con una sonrisa forzada arreglandome un poco el cabello con las manos.

-Hablaremos más tarde sobre esto-Sentenció Chorong tomandome de los hombros.

-No hay de otra ¿Verdad?

-Nop, así que llega temprano a casa, debemos resolver unos cuantos asuntos-Me guiño un ojo y supe que al final quien tenía algo que decir en realidad era ella y no yo.

-Claro, tratare-Dije con desgano. Me ayudo a arreglar mi cabello para seguido besar mi mejilla e irse junto a Tae, no sin antes de que este gritara un;

-¡Vamos a desayunar!

Me adentre al edificio sin mirar a nadie. Bastante tenía ya con solo pasar y escuchar murmullos instantaneos con rumores más falsos que mi virginidad.
Al llegar a mi piso me lleve la grata sorpresa de ser recivida por nada más y nada menos que Jimin.

-Vaya, alguien esta de malas hoy-Dijo con burla, podía notar la perversión en sus ojos al recorrerme el cuerpo.
¿Cómo saldría de esta?

-Ahora no Park, largo.

-Vamos, solo quiero hablar contigo, no se, tal vez en el baño-Volvió a burlarse, acababa de llegar y mi paciencia estaba en los suelos.

-Dije que no, ¡Fuera de aquí!-Fui directo a mi oficina cristalina y transparente, que lastimosamente, daba vista a la de Jimin, quien al percatarse de eso corrió a tomar asiento en esta y mirarme con malicia. Nada bueno podrá salir de esto.
Unos toques en la puerta interrumpieron mis pensamientos negativos, para encontrarme con la sonrisa enorme de otro Park. Tal vez, no es la maldición de Jeon, es la maldición de los Park.

-¡Buenos días!-Exclamo con evidente alegría, eso me estreso solo un poco más.

-Hey-Respondí cortante. Me incline a encender el computador y ver las actividades pendientes de hoy.

-Supe que tienes una junta a las 2:00, espero todo salga bien-Me tensé.

-¿Una qué?

-Una junta-Al ver que no decía nada siguió-Una reunión, mm, cómo decirte, se reúnen algunas personas, ejecutivos en este caso, para tratar de temas importantes y aburridos de los que tu..

-Lo sé, es sólo que no tenía idea-Admití. Eso pareció confundirlo-Nadie me aviso nada.

-El jefe siempre avisa un día antes sobre estas cosas para que esten preparados, no tiene sentido.

-No, si que lo tiene, ayer estuvo taaan ocupado respondiendole a su novia que seguro olvido sus prioridades.

No quisé sonar así, no estaba celosa, estaba molesta por que no debí enterarme de esto por terceras personas.

Enseñame a dar placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora