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Al día siguiente Tae nos llevo a mi y a Chorong a la escuela.

"Hay rumores...."

Sólo eran eso, rumores, Chorong no estaba segura de que fuera cierto así que ahora mismo era un manojo de nervios que intentaba aparentar por lo que dijeran los demás, debía comportarme con indiferencia.
La primera clase, justo donde debía entregar el trabajo.
Me dije a mi misma que mi única preocupación de si desaparecía era por que ¿Ahora quién haría el trabajo?
Pero no puedo mentirme a mi misma sobre esas tonterías. Sabía de sobra que me gustaba demasiado y Chorong me lo aseguro ayer por la noche mientras lloraba en su regazo.
Al entrar mi corazón se detuvo al no verlo en su lugar. Recordé que a veces era impuntual así que continué mi camino hasta mi asiento y esperé a que la profesora llegaba.

Está hizo su aparición minutos después y continúo con su clase de lo más normal. Al igual que el resto de los estudiantes. Como si no se percatarán de que alguien faltaba. ¿Es que son ignorantes? ¿Cómo pueden actuar así?

La clase transcurrió y la profesora paso lista antes de terminar.

-Jeon Jungkook.-Alzó la vista hacia donde se suponía debía estar el nombrado al no recibir respuesta-Oh, cierto.

Aquel susurro que salió de su boca hizo que mi preocupación fuera en aumento. ¿Acaso se fue por lo sucedido aquella noche? Se que no fue la mejor forma de reaccionar ante la verdad pero esta siempre duele y no pude contenerme.
Todo es mi culpa.

-Pueden retirarse.-Anunció y todos salieron del salón.
Hice algo de tiempo guardando con calma mis cosas hasta ser la última en el aula. Me dirigí hasta su escritorio.

-Disculpe.-Hable por primera vez ante un profesor con respeto.

-¿Qué sucede _______?-Aquel tono despectivo que usaba siempre conmigo me hizo temblar un poco pero debía quitarme esta duda de la cabeza o no podría continuar.

-Es sobre mi compañero de trabajo él..

-Ya veo, sabía que aquel tono inocente era por algo, no _______ no la cambiaré de compañero por un capricho, así que ahora retírese.

Aunque no me gusto la forma en que me hablo no le respondí y salí de ahí más calmada. Al pasar por el casillero de Jeon no pude evitar mirar de reojo hacia los lados y por fortuna no había nadie, la siguiente clase había comenzado hace unos diez minutos por lo que podría revisar un poco.

La ventaja de los casilleros de esta escuela es que, cada tres casilleros la clave era la misma, para mi suerte el de Jeon estaba a seis del mío por lo que no tuve ningún problema para abrirlo, y si, ahí estaban sus cosas.

-Todo en orden-Sonreí para mis adentros y sin poderlo evitar el resto del día estuve así, con una enorme sonrisa que ni las ocurrencias más estúpidas de Tae podían borrar.

A la hora del almuerzo hable con Jin, le dije que necesitaba tiempo para estar sola, él se negó diciendo que no pedía algo serio, con tal de poder enrollarse conmigo era suficiente pero dejo de insistir al darse cuenta de que lo decía enserio.
También antes de salir tuve un desagradable encuentro con Suga, que venía dispuesto a reclamar por lo que le hice a su amiguito el otro día. No pude evitar reírme de él.

Camine hasta mi casa, el día parecía expresar lo que sentía, estaba soleado, no hacia exactamente calor, digamos que estaba bien. Pase por el centro y tome un helado en el parque, planeaba lo que le diría a Jeon mañana para disculparme. Aunque no tuve toda la culpa la mayor parte era mía, y por primera vez dejaría el orgullo de lado. No llevábamos mucho tiempo conociéndonos. Diría incluso que nada pero poco a poco lo haríamos y si todo marchaba bien incluso podríamos tener una relación.
Algo revoloteo en mi estómago preocupándome. Luego recordé aquellas novelas en las que mencionan que sentir algo así en el estómago cuando pensabas en alguien especial era por que te gustaba me calme.
Regrese a casa y fui recibida por Rocky, Tae estaba tirado de nuevo en el piso viendo algo en su celular mientras reía sin parar sacudiéndose de un lado a otro impidiéndome pasar. "Accidentalmente" pise su pierna y lloriqueó un rato diciendo lo malvada que era con él. ¿Enserio es mayor que yo.

Enseñame a dar placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora