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Hyeri se alarmó levantandosé de un saltó y corrío en dirección a Sungjae.

-Todos a sus puestos, como lo ensayamos.

Yo me alarmé aún más por el hecho de no saber quien "llegó antes de lo esperado" y el "todos a sus puestos". No sabía que iriamos a la guerra este empleo.

-¿Qué hago yo?-Pregunte angustiada siguiendo a Hyeri quien iba de un lado a otro por el 9 piso anunciandoles lo mismo "A sus puestos". 

-Sólo sonríe y no te sientas incómoda en cuanto llegue-Tomo mis mejillas entre sus manos forzando una sonrisa y siguió con lo suyo.
Sungjae llegó por detrás dandome un par de globos en una mano y en la otra un folder lleno de documentos.

-Esto es para que se lo entregues cuando todo termine. Entrarás a su oficina y te presentarás con él con respeto, por lo que más quieras no hagas que se enfade. Y eso-Señalo a los globos-Los sostendrás para ocultar tu rostro al igual que el chico nuevo. Es todo ahora, corre-Me empujo ligeramente y con la confusión impresa en mi rostro volví a la oficina con ventanales transparentes dejando el folder en la mesa y los globos atados a una silla.

-Esto es un desastre-Mire al resto de empleados quienes rodeaban una mesa con pastel y otras cosas para fiesta. ¿Qué clase de loco organiza eso?

-Yo-Hyeri entro tomandomé por sopresa.

-Dios mío, lo siento creí que lo había pensado.

-Esta bien, al principio a los demás también se les hacía extraño, pero el jefe a tenido una vida difícil, y su padrastro, el fundador de la empresa lo puso a cargo aquí, desde entonces debo cuidarlo y procurar que este bien pero-Se acercó a mi tomando mis manos entre las suyas sonriendome maternalmente, ni siquiera mi madre hacia esas cosas. Quisé soltarme pero las sostuvo ahí-Ahora ese será tu trabajo, te lo encargo mucho, es un buen chico.

Miró el reloj en su muñeca y alzando los brazos sorprendida volvió a salir dejandome sola. Una chica entro seguido de esto dandome una taza vacía y unas carpetas negras gruesas.

-Lleva esto a su oficina antes de que llegue por favor.

Asentí tomandolas y me adentré a aquella ofina. Cerré la puerta tras de mi, ahí me dí cuenta de que no era madera, si no vidrios polarizados y aprueba de sonido, ya que el alboroto que había afuera no se escuchaba en cuanto estabas dentro. El escritorio estaba en el centro dando la espalda a lo que creía yo, la mejor vista de la ciudad, al ser el piso más alto las personas parecían pequeños enanitos o algo por el estilo. Deje todo en el escritorio rodeandoló, en este había un portaretrato con una fotografía, un pequeño niño de al menos 8 años y su madre sonreían felizmente en ella. Detrás de ellos estaba lo que parecía ser algún bosque o zona verde. Ya que se apreciaba un lago detrás.

Mire por instinto el reloj, 7 minutos y pasaba la media hora en la que el jefe llegaría, de nuevo las manos comenzarón a sudarme. Salí de ahí y fuí a tomar los globos que me fueron asignados. Sungjae me llevó junto al chico nuevo, Do Kyungsoo, quien estaba igual o más ansioso que yo.

-Ahí viene-Escuche a alguien gritar.

-Esto es aterrador-Susurro Kyungsoo a mi lado.

-Estoy de acuerdo-Respondí, reprimi un jadeó en cuanto este tomo mi mano apretandola con algo de fuerza.

Comenzaron a escucharse reclamos bajos pidiendo que guardaran silencio, si fuera más tarde podríamos hacerlo más fácil y solo apagar las luces.

-¿Qué es todo esto?-Escuche una voz masculina. La misma que me hablo el otro día por telefóno. Esta vez fuí yo quien presiono la mano de Kyungsoo quien reprochó empujandome un poco aún así no lo solté.

-¡Bienvenido!-Exclamarón todos al mismo tiempo haciendome reír por que hubo quienes no lo hicieron hasta segundos después.
Kyungsoo forcejeaba para soltarse pero por gusto no lo hacía, él lo hizo primero y tampoco me solto.

-Ya pueden quitarselos y decir lo mismo-Sungjae indicó entre dientes. Solté a Kyunsoo y ambos al mismo tiempo dijimos el;

-¡Bienvenido!-Al tiempo que apartabamos los globos de nuestro rostro.

Mis piernas temblaron y creí que caería, la sorpresa era evidente en mi rostro, sin embargo el mantenía un semblante tranquilo y superior. Kuyngsoo lo noto y me movío un poco para que reaccionará.

-Jeon....-Lo que creí era un susurro resonó por todo el 9 piso. El resto de empleados presentes me miraban confundidos y algunos otros con reproche. Seguro por llamarlo así.

-________, cuanto tiempo-Algo en mi vientre se retorcío al escucharlo. Su voz se había hecho más gruesa. Su cabello desarreglado cambio por uno peinado de lado, dandonos mejor vista a su rostro. Sus facciones  se habían marcado más, comenzando por su mandíbula que estaba más afilada dandole un toque masculino. Y el hecho de traer su saco en el hombro, la camisa entre abierta, su mano en el bolsillo y aquella pose casual y tranquila me derretían por dentro.

La tensión termino en cuanto el resto de los empleados se acercaron a él para atenderlo amablemente, me hice a un lado y me adentre de nuevo a la oficina. Hyeri me siguió y me percaté de ello cuando cerró la puerta detrás de ella.

-Entonces eres tú-Me gire a ella confundida. ¿A qué se refería con eso?

-No entiendo.

-Él hablaba tanto de ti cuando recién llego, decía que no podía sacarte de su cabeza y se molestaba demasiado por eso hasta que llegó. Bueno, ella. Su primera novia hasta ahora.

Mi corazón había latido con fuerza cuando comenzó a hablar. Pero ahora parecía ser aplastado por un par de rocas inexistentes. Pero así se sentía, y dolía.

-Su... novia-Susurre mirandolá.

-Asi es querida. Tienen 3 meses de relación, Bomi es una buena chica. Lo siento por ti-Acarició mi hombro dulcemente, de nuevo forzó una sonrisa en mi rostro y salió arrastrandome con ella. El pastel fue servido y todos pasaron un buen rato, a excepción mía y de Kyungsoo quien se sentía incómodo con la situación.
Los empleados de limpieza entraron y comenzaron a hacer de las suyas ordenando el lugar. Pude ver de reojo a Jeon, quien me miraba fijamente con esa sonrisa ahora distinta y superior en sus labios. Temble por dentro y actue como si nada pasará. Recorde que debía entregarle aquel folder y me asusté. No quería estar con él a solas.

-Tu primero-Empuje a Kyungsoo con fuerza haciendolo entrar. Su mirada asesina se poso en mi pero lo ignore y con una sonrisa corrí al asensor. Quería hablar con alguien pero no conocía a nadie.

-¡Park!-Grite estando sola. Detuve el asensor en el piso tres y me adentre topandome un ambiente completamente distinto. Aquí todos reían y se trataban mejor que allá arriba. Entre ellos estaba Yeol contando cosas graciosas ya que todos a su alrededor reían cuando este terminaba.
Me acerque apenada, al darse cuenta de mi presencia se disculpo con el resto y fue hacia a mi.

-¿Que te trae a la tierra de mortales?-Pregunto con una sonrisa.

-El jefe llegó y estoy muriendo de nervios.

Asintió y tomandome por los hombros me obligo a reingresar en el asensor. Todo el camino fue dandome palabras de aliento que él mismo arruinaba como. "Todo estará bien, a menos que se de cuenta de tus nervios y entonces estarás perdida".
Que lindo de su parte.

Nos detuvimos frente a su oficina que lucía más aterradora ahora.

-Tranquila enana no puede ser tan malo. Eh tratado con él así que descuida-Arreglo mi cabello y paso sus dedos por mis labios para quitar "un trozo de pastel". Reímos ante su gesto y se retiro de ahí en cuanto la puerta se abrío mostrando a un Kyungsoo relajado.

-¿Cómo te fue?-Pregunte haciendo tiempo para evitar entrar.

-Mejor de lo esperado, anda no es tan malo como parece.

Si bueno eso dices por que no fuiste tú quien le hizo una paja hace años. Pensé.

Se retiró dejandome en la entrada de nuevo.

-Pasa-Su voz retumbó en mis oídos haciendo que me estremeciera.
Entre cerrando la puerta tras de mi dandole la espalda. Me arme de valor y lo mire. Él hacía lo mismo con una sonrisa impecable.

-Cuanto tiempo _______ ____________

Enseñame a dar placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora