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El porte de Jeon se elevó un poco más, en cambio Jimin no se inmutó, la guerra de miradas que ambos tenían ahora estaba resultando muy incomóda, apesar de que Jeon estaba impidiendome ver a Jimin podía darme cuenta de lo sucedido por como presionaba sus puños con dureza a sus costados.

-Bienvenido-Dijo Jeon sin una pizca de amabilidad, retrocedí un poco para ver al nuevo empleado.
Al mismo tiempo sonreí con malicia, Jeon tenía novia y yo no podía quedarme esperando por una misera oportunidad.

-Hola-Hable con voz dulce, al instante obtuve la atención de ambos chicos, uno que me miraba con sonrisa burlona, y otro con evidente molestia, creo que saben a quién pertenece cada actitud.

-Hablaremos más tarde-Sentenció Jeon dandome a entender que saliera de ahí, reí para mis adentros al obtener lo que quería. Darle celos. Era evidente la atracción que sentiamos el uno por el otro, pero los hombres son tan necios y complicados, con el orgullo en la cima que bueno, nos ponen las cosas difíciles.

Sonreí en dirección a Jimin, correspondío enseguida, al pasar por su costado su mano rozó la mía causandome un escalofrío, les recuerdo que la pequeña travesura en el baño aún me tiene sensible, y esa pequeña caricia no hizo más que estremecerme. Recuerdo su toque aún.
Jeon bufó molesto pero no dijo nada. Estaba claro que no le había gustado nada lo que sucedio.

Al salir de ahí comencé a preguntarme si lo que hice era bueno, claro que si lo ves de un lado moral es obvio que es algo sucio y depravado ¿Qué clase de mujer hace esas cosas? Pero al mismo tiempo, estamos en el siglo XXI, donde incluso el sexo se puede tener dentro de un automóvil a plena luz del día y quien llegue a darse cuenta prefiere quedarse a ver el espectáculo que denunciarlo.
Aunque, ciertamente me sentí bien, esa agradable sensación de poder manipular de esa forma a una persona con tu cuerpo. Como en los viejos tiempos... Tal vez si.. No, no debo caer en lo mismo, eh cambiado, eh crecido y me eh desarrollado como persona.

"Lo suficiente como para mandar esas fotos". Pensé.
Sacudí mi cabeza para retomar mis deberes aún con aquella sonrisa traviesa en mis labios, era imposible no sonreír de esa manera despues de todo lo que ha pasado.
Segundos después me dí cuenta de que ya no tenía más que hacer. Me puse de pie para ir a ver a Chanyeol, entonces lentamente me sente de nuevo al recordar la amenaza de Jeon. Con una mueca tome el teclado de la computadora y busque cualquier cosa que me hiciera perder tiempo, al menos hasta que el enojo se le pasara a mi caliente jefe.

Por el rabillo del ojo pude ver a Jimin salir riendo de la oficina, enseguida giro a verme y guiñarme un ojo, sonreí en respuesta hasta escuchar el bufido de Jeon, no me había percatado de su presencia.

-Basta de juegos ______-Me llamo por mi apehído, al parecer, seguía molesto-Tienes que ponerte a trabajar, no pienso pagarte hasta ver que hayas hecho algo productivo-Hablo adentrandose a la oficina y cerrar la puerta. Era inútil sabiendo que las vitrinas eran transparentes.
Vaya genio.
Estaba indignada por sus palabras más no quizé responder por mi propio bien, no me inmuté siquiera a mirarlo. En cambio seguí con la mirada fija en la pantalla de la computadora. Sin saber muy bien que es lo que hacia, tecleaba cosas sin sentido y daba click en lo primero que encontraba.

-Te hice un comentario, minímamente debes responder-Exigió, pero de nuevo, lo ignore.

-Haces que me vuelva loco-Dijo para después suspirar dramaticamente.

-No es mi problema-Me maldecí internamente por no poder controlarme.

-¿Qué has dicho? ¿No es tu problema? ¡Claro que lo es! ¿Quién más que tú se atreve a hacer eso enfrente de su jefe? ¡Por que lo soy!-Exclamo, no, grito.
Lo mire con indiferencia, no quería discutir de nuevo, pero al parecer era lo único que sabiamos hacer.

Enseñame a dar placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora