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Como perra en celo, así es como me sentía ahora mismo, no había tiempo de pensar si lo que hacía estaba bien o estaba mal, solo disfrutaba del momento, su miembro entro en mi de un momento a otro, y como si fuera poco sus embestidas fueron más fuertes, continuas y descontroladas. No marcaba un ritmo en sí, por segundos se quedaba más tiempo dentro, otras envestía lento y suave para después hacerlo fuerte y lento.
Cosa que me tomaba por sorpresa, pero era realmente satisfactorio para ambos.
Pasado algun tiempo con los mismos movimientos desató mis muñecas y obligandome a colocarme sobre mis rodillas fue que nuestro encuentro continuo, llevandonos al límite.

Ambos mirabamos jadeando el techo, intentando controlar nuestras respiraciones, nuestras manos entrelazadas, uno al lado del otro sin decir nada. No había necesidad, pero por alguna razón me sentía mal. Insatisfecha.

-¿Pasa algo?-Preguntó con la voz ronca y cansada.

Solo negué con la cabeza, no tenía fuerzas para hablar. Mis nalgas dolían y ardían, por que si, el salvaje me dio de nalgadas hasta que sentí sangrarían.

-¿Estas segura?-Se inclinó apoyandose en su codo para mirarme. Rode los ojos y asentí, entrecerro sus ojos pero no dijo más, rodeo mi cuerpo con sus brazos y depositó un beso en mi frente.

-Bien, si no es nada, buenas noches-Acarició con suavidad mi piel desnuda, con su otra mano nos cubrío a ambos con una sabana. Le agradecí con una sonrisa y sin pronunciar palabra cerre mis ojos para dormir placidamente el resto de la noche.

JUNGKOOK

Y bien, ¿Ahora que piensas hacer? Hablo mi subconciente, apenas había cerrado los ojos dispuesto a conciliar el sueño. Mi cabeza daba vueltas, sentía culpa, pena, molestia y remordimiento. Todas esas juntas y el hecho de que algo en mi pecho se contrajera de solo pensar qué haría para solucionar todo me aterraba.

¿Por qué no podía actuar como un hombre? La iba a lastimar, le prometí que no lo haría más y ahora la decisión estaba tomada, ¿Qué debía hacer ahora? Cómo iba a verla a la cara mñana cuando se enterará de todo. De que... mi compromiso se haría oficial, y entonces todo lo que he construido con ella se vendría abajo, no podría hacer que se rebaje a ser mi amante, pero de otra manera, ¿Cómo dejar a Bomi un día antes de todo?
Si tan solo hubiera llegado unos meses antes. Pero no es así, ahora debo tomar una decisión, tal vez la más importante que tome en la vida. Las acciones de la empresa son suficientes para hacer que el padre de mi, prometida, si eso, pueda pagar sus deudas sin necesidad de casarme con ella, sin embargo, si el dinero no proviene de alguien cercano a la familia o que sea parte de esta, no será válido.
Por otra parte esta el mentirle a ______, el actuar como un patán con ella, romperle el corazón y hacer que se olvide de mi, de la manera más sencilla. Haciendo que me odie. Pero soy incapaz de hacerlo. ¿Por qué estás cosas tienen que pasarme a mi?
Lo peor creo que no es eso, sino el que no soy capaz de aclarar mis sentimientos.

Porque, a Bomi no la amo, de ser así no hubiera hecho lo que hice con ______.
Y tampoco puedo decir que la amo a ella cuando no es así, al menos no del todo ¿El deseo cuenta como amor?
Claro que no, no lo es, no podría ser.
Se desea lo que se puede obtener facilmente...  pero ella no es fácil. Bueno, no tanto. Agh.

Tire de mi cabello con fuerza, mis pensamientos no descansarían hoy, ni mañana, y probablemente nunca. Por que ¿A quién engaño? _______ marco mi juventud de una manera única, me hizo aferrarme a algo que no podría tener, que nunca sería mío pero sin embargo podría probar de el de vez en cuando.
Con todo eso, al pasar los años y sin poder superarla, conocí a Bomi, una chica con personalidad y actitud completamente opuesta a la de ______, haciendome ver que los sentimientos a una persona no se basan en acostarse, en tener intimidad descontrolada o algo así, que si bien son exquisitos, solo se disfrutan y puede realizarse tal acto cuando estas enamorado y dispuesto a demostrar aquel lado salvaje.

Solo había tenido relaciones con ella, en cambio ella seguramente desde que desaparecí... bien, no soy quién para reclamar por su pasado.
Pero si quiero ser parte de su futuro debo tomar una desición, ahora.

Mirando la pantalla del celular seleccione el contacto de Bomi, ella estaría tan feliz arreglando las últimas cosas para la renión de mañana. Aún así, debía actuar ahora. Marque y al segundo tono respondió.

-Kook-Dijo en tono alegre.

-Bom, tenemos que hablar-En cambio mi tono sonó lo suficientemente serio, para hacerle saber que era un tema delicado.

-Bien, tengo tiempo.

____________

Mi cuerpo no dolía como pense que doleria, solo una parte de mi anatomía llamada vagina era la que no me dejaba caminar con normalidad, luego de despertar sola en la habitación decidí no estar mas ahí dentro, tenía un mal presentimiento y no queria saber exactamente ahora qué es lo que sucedía.
Camine, o, eso intenté hasta mi departamento, al ingresar hice lo que pude por desvestirme y darme una merecida ducha. Es extraño el sentimiento de que dos penes hayan entrado en mi. Las sensaciones eran tan distintas, las emociones estaban en su máximo punto, y vaya. No sabía que pasaria apartir de ahora.

¿Creer en Jeon? La verdad es que pese a todo lo sucedido, no, no podía confiar en su palabra de nuevo, peor aún si nisiquiera se digno a aparecer esta mañana.
Bufe molesta al tiempo que terminaba de asearme. Sin embargo los toques insistentes en la puerta me hicieron salir a abrir de esa manera, en toalla y sin la oportunidad de secar mi cabello.

-¿Quién es?-Pregunte segundos antes de abrir la puerta virando los ojos. Estaba sujetando la toalla con mi mano derecha para evitar accidentes.

-Bueno, yo quería comportarme de manera decente-Hablo recorriendo mi cuerpo con la mirada, temble y mordí mi labio por eso-Pero al parecer, te gusta provocarme.

Y sin decir más, o si quiera pedir permiso para ingresar me empujo dentro y cerró la puerta tras de mi, atacando mi cuello con sus labios, al instante mis brazos se cerraron en su cuello, y por ende, la toalla calló al piso provocando un leve sonrojo en mis mejillas.

-¿Ahora eres timída?-Soltó una ligera risa-No recuerdo que actuarás así ayer.

-Tienes razón, no, no soy nada timída-Sonreí de costado-Dime ¿Recuerdas cómo nos conocimos?-Pregunte besando castamente sus labios.

-Cómo olvidarlo-Susurro cerrando levemente sus ojos, dejandome notar cuánto disfrutaba esto. Reí por lo bajo.

-Fui yo quien te quitó tu inocencia aquel día.

-En un baño-Fingió molestía.

-Y lo haré otra vez-Sonreí con maldad. Está tarde Jeon, pase lo que pase después, serás mío. Al menos, una última vez.

Enseñame a dar placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora